Los sindicatos CCOO y UGT han denunciado este viernes que la empresa de calzado Pablosky, situada en Fuensalida (Toledo), pretende "reducir a su plantilla en 100 trabajadores" a través de un ERE a 48 empleados, a lo que se sumará la jubilación de otros 68 en un par de años. 

Así lo han asegurado este viernes en rueda de prensa la secretaria general de CCOO-Industria de Toledo, María Jesús Fernández, y el responsable de UGT-FICA Toledo, Sergio de la Fuente, que han recordado que los propietarios de la compañía presentaron el Expediente de Regulación de Empleo el pasado 29 de noviembre "por motivos económicos".

La secretaria general de CCOO-Industria de Toledo ha indicado que la empresa, con una plantilla de 315 trabajadores, "ya intentó hace tres años que sus empleados pasaran de ser fijos a fijos discontinuos para evitar un ERE, algo que el 90 % aceptó", un hecho que volvió a intentar hace unos meses "con el mismo propósito, pero esta vez sin lograrlo".



Fernández ha asegurado que la empresa "no puede argumentar causas económicas" para llevar a cabo esos despidos porque "no existen" y ha adelantado que hablarán con la Inspección de Trabajo para que no den el ERE por bueno.



Asimismo, ha denunciado que Pablosky está llevando parte de la producción a Marruecos desde el pasado mes de julio para "bajar sus costes salariales", por lo que ha advertido de que si la empresa no hubiera decidido llevar la producción fuera de España, en la fábrica de Fuensalida (Toledo) "no sobraría nadie".

"Quieren acceder a subvenciones"

La secretaria de CCOO ha afirmado que el objetivo de la empresa es" tener menos de 249 trabajadores en su plantilla para ser una pyme y acceder a ciertas subvenciones".

En este sentido, la solución de los sindicatos fue la de presentar una lista con 20 voluntarios que querían dejarla con el fin de "evitar despidos traumáticos". Sin embargo, esta fue "insuficiente" puesto que "la dirección quería añadir otros 20, como mínimo, que ellos considerasen".



Por su parte, el responsable de UGT-FICA Toledo ha indicado que "hay un total de 110 personas mayores de 55 años" para los que entendían que "la posibilidad más ventajosa era salir de forma voluntaria y que la empresa les diese una indemnización satisfactoria para ambas partes", pero al final "las negociaciones han ido a peor y ayer vimos que la situación era prácticamente de bloqueo absoluto por parte de la empresa".



"Se podía haber resuelto este expediente de forma no traumática con salidas voluntarias porque había gente suficiente, pero entiendo que la empresa podía tener alguna lista ya predeterminada que no le cuadraba y ese ha sido el principal escollo a la hora de llegar al acuerdo", ha explicado.



Aun así, el responsable de UGT-FICA Toledo ha asegurado que van a intentar "por todos los medios" que el ERE se declare nulo o improcedente ante el juez.