Félix Solís, uno de los grandes operadores de Castilla-La Mancha, pagará la uva esta vendimia entre un 8 y algo más de un 20 por ciento más cara que en la pasada campaña y bonificará la Tempranillo o Cencibel, la variedad tinta predominante en la región.

Así al menos se desprende de los contratos privados firmados con distintos proveedores, ya que este año no ha colgado las tradicionales “tablillas” con las que oficializaba públicamente el precio al que compraba la uva en sus distintos centros de producción, como el de Valdepeñas (Ciudad Real) y que servían de referencia para otras zonas vitivinícolas del país.

En base a los contratos privados en los que figura el precio de referencia de la uva, Félix Solís estaría pagando por la variedad blanca Airén 0,017429 euros por kilogrado (2,90 de las antiguas pesetas por kilogrado).

Para la tinta Cencibel o Tempranillo la cotización inicial asciende a 0,19232 euros por kilogrado (3,20 peseta por kilogrado), siempre en base a los documentos privados.

Dos bonificaciones

Además, este importante grupo bodeguero ofrece dos bonificaciones para la variedad Cencibel/Tempranillo, ya que por una parte pagará un 60 por ciento más sobre el precio base indicado si la partida tiene como destino la elaboración de vino con Denominación de Origen (DO) Valdepeñas, y por otra bonificará con 0,06 euros por kilogramo de uva (9,98 euros por kilo) si se trata de uva recolectada a mano, de forma tradicional.

A estos precios hay que sumar estos precios hay que sumar una prima de 0,01202 euros por kilogramo (2 pesetas) las dos s variedades, si es el viticultor el que las transporta a la bodega.