Publicada

La pobreza y la exclusión social alcanzó en 2024 a unas 719.000 personas en Castilla-La Mancha, el 34,2 % de la población. Una cifra que supone un aumento del 2,5 % con respecto a 2023, con 58.000 personas más.

Así lo revela el XV Informe El Estado de la Pobreza que ha presentado este viernes en Toledo la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y/o Exclusión Social en Castilla-La Mancha (EAPN CLM).

Un incremento en la tasa AROPE -indicador europeo que mide la situación de pobreza de la ciudadanía- que deja a Castilla-La Mancha como la segunda comunidad española con el porcentaje más alto, solo por detrás de Andalucía (35,6 %).

La subida del índice de la pobreza en Castilla-La Mancha se debe a que ninguno de los índices que lo componen mejora. Concretamente, la población con ingresos por debajo del umbral de pobreza aumenta un 1,8 % hasta alcanzar el 27,4 %, es decir, 576.000 personas.

Además, los hogares con baja intensidad en el empleo en el hogar repuntan hasta el 10,7 % de la población. Y la carencia material y social severa, un indicador que engloba 13 items sobre calidad de vida, permanece estable en el 8,6 %.

La pobreza no afecta por igual

El informe determina que en Castilla-La Mancha el 51,5 % de la población tiene alguna dificultad para llegar a fin de mes. Aunque el resultado continúa siendo muy elevado, permanece estable con respecto al año anterior, subiendo un 3,7 % el porcentaje de personas que señalan mucha dificultad y alcanzando el 13,1 %.

En 2024 la tasa AROPE subió entre los hombres un 2,3 % y un 2,6 % entre las mujeres, por lo que la brecha de género se sitúa en 2,1 puntos.

En cuanto a la edad, las personas de 65 años y más registran la tasa más baja y son las únicas que mejoran sus resultados respecto al año pasado, con un 1,3 % menos. Sin embargo, la tasa AROPE infantil crece 4 puntos y vuelve a ser la más elevada de los grupos de edad con un 41,1 %.

Renta por debajo de la media nacional

La renta media por persona en Castilla-La Mancha crece 445 euros en el año 2024, alcanzando los 12.357 euros anuales, aunque continúa siendo 2.450 euros menor que la renta media nacional.

En materia de vivienda, los últimos años en Castilla-La Mancha reflejan un lento pero constante proceso de reconfiguración de la estructura del régimen de tenencia. De este modo las personas que residen en una vivienda en propiedad han pasado de representar un 84,5 % en 2008 a un 77,2 %.

Asimismo, el 9,4 % de la población de Castilla-La Mancha experimentó retrasos en el pago de facturas de suministros como la luz o el gas.

Por último, resulta que la acción de las diferentes administraciones del Estado mediante la totalidad de transferencias incluidas las pensiones, consigue reducir la tasa de Castilla-La Mancha desde el 50,3 % hasta el 27,4 %.