Los datos de la Seguridad Social correspondientes al mes de junio apuntan a la existencia de 26.440 afiliados en situación de fijos discontinuos en Castilla-La Mancha.
La estadística de altas del sistema público de protección incluye a 13.881 mujeres (52,5 %) y 12.559 hombres (47,5 %) en esta situación en la región, sin discriminar si se encuentran en periodos de trabajo o de inactividad.
Mediado 2025, la comunidad autónoma cuenta con 805.868 cotizantes. Por tanto, alrededor del 3,3 % de los afiliados de la comunidad autónoma ejerce su actividad profesional bajo esta modalidad.
En todo caso, la cifra de asegurados extraída de la base de datos que proporciona el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones ofrece la discrepancia habitual entre este registro y los guarismos que arrojan la Encuesta de Población Activa (EPA).
El número de ocupados de la EPA correspondiente al segundo trimestre de 2025 ha alcanzado las 920.100 personas en la región, unas 105.000 más que el último número de contribuyentes. Por tanto, se puede anticipar una bolsa de fijos discontinuos algo mayor.
No obstante, el volumen extraído de los registros de la Seguridad Social es parcialmente consistente con las cifras que han ofrecido otros estudios realizados por entidades no gubernamentales.
Por ejemplo, la consultora Wolters Kluwer publicó un informe en noviembre de 2024 que elevaba hasta un 14 % el peso de esta modalidad de contratación sobre el total de relaciones firmadas en el conjunto del país.
Sin embargo, en regiones como Murcia (3,8 %) y Navarra (2,4 %) la proporción resultó similar a la que se ha estimado para Castilla-La Mancha.
Además, este informe advirtió de una importante presencia de esta fórmula contractual en sectores como la hostelería, un ámbito donde el 28 % de sus trabajadores ejercían su profesión de forma intermitente. Casi la mitad de los fijos discontinuos del país se concentraban en esta actividad.
Asimismo, el análisis elaborado por la consultora detalló un uso más elevado de esta relación laboral en las cohortes más jóvenes, veinteañeros especialmente, y durante el segundo trimestre, un periodo de contratación intensa de mano obra.
Fenómeno postpandemia
La evolución temporal de este tipo de contrato indefinido sitúa en el momento de su eclosión en el ocaso de la pandemia.
El decreto ley 32/2021, de medidas urgentes para la reforma laboral, la garantía de la estabilidad en el empleo y la transformación del mercado de trabajo, entró en vigor el 30 de marzo de 2022. El propósito de la norma era priorizar los contratos indefinidos sobre los temporales.
Así, en abril de 2020, recién iniciado el confinamiento, había 7.818 cotizantes bajo esta modalidad. Dos años después, su número se había duplicado hasta los 15.760 afiliados. En octubre de 2023, con 29.336 altas se alcanzó el dato más elevado de la serie histórica en Castilla-La Mancha.
Más allá de los fijos discontinuos, la región acumula 427.315 cotizantes con un contrato indefinido, el 80 % de ellos a tiempo parcial. Los afiliados en posiciones de trabajo temporal ascienden a 93.704 personas, mientras que 4.021 vecinos más lo hacen bajo el paraguas del aprendizaje, formación y prácticas. Hay 57.484 castellanomanchegos más cuyo contrato se engloba en la categoría de otros.
Aproximaciones a la cifra real
La pasada semana, el Ministerio de Economía frenó la publicación de una estadística que afloraría el número real de trabajadores en esta situación en el conjunto de España.
En el inicio de 2025, el presidente de la patronal de empresarios de Castilla-La Mancha (Cecam), Ángel Nicolás, se preguntó por el número exacto de trabajadores en esta situación. La cifra que esta organización manejaba tras la EPA del primer trimestre preveía medio millón de parados más que la cifra oficial.
En abril de 2024, Fedea publicó el estudio ¿Cuántos son los trabajadores fijos discontinuos? El informe estimó la existencia de 1,42 millones de fijos discontinuos, con unos 518.000 inactivos.
La investigación liderada por el economista Florentino Felgueroso afeó la opacidad de la administración sobre un indicador fundamental del mercado de trabajo en España.
A partir de la cifra ofrecida por Fedea, y considerando que entre el 2 y el 2,5 % del total corresponda a Castilla-La Mancha (tal intervalo relaciona a la región con el conjunto nacional en los principales indicadores socioeconómicos), la comunidad contaría con entre 10.360 y 12.950 fijos discontinuos en situación de inactividad.
Si se toma el dato de fijos discontinuos que muestra la Seguridad Social, y asumiendo que alrededor de un tercio de los afiliados con este tipo de contrato se encuentran parados (el estudio de Fedea esbozó la proporción de 2,7 trabajadores activos por cada inactivo), podría haber entre 7.000 y 8.000 parados más de lo que la estadística señala.