La brecha entre la remuneración percibida por los trabajadores españoles y los asalariados extranjeros se sitúa en el 60,1 % en Castilla-La Mancha, según los datos que ofrece la Agencia Tributaria correspondientes al ejercicio fiscal de 2023.
El salario medio anual en la región marca los 21.304 euros anuales. La paga promedio para un empleado con nacionalidad española en la región es de 22.299 euros; por su parte, un trabajador procedente de un tercer país tiene una gratificación de 13.852 euros.
La diferencia entre locales y foráneos roza los 8.500 euros anuales en la comunidad autónoma, lo que supone alrededor de 700 euros mensuales menos en la nómina de un extranjero respecto a la de un nacional (una cantidad algo menor en el caso de que sean 14 o más las pagas).
En el conjunto de España, la distancia entre ambos colectivos se suaviza hasta el 46,5 %: mientras que los profesionales locales reciben 25.029 euros al año, las personas nacidas allende la fronteras apenas ingresan 17.081 euros.
Los datos desagregados para Castilla-La Mancha, extraídos de las declaraciones de la renta de los residentes en la comunidad autónoma, muestran un salto cuantitativo mayor por nacionalidad que por sexo.
Los trabajadores varones han cobrado 24.453 euros en 2023; durante el mismo periodo, la remuneración de ellas se ha quedado en los 18.900 euros.
Expresada en términos relativos, la brecha se ha establecido en un 29,4 %, un porcentaje elevado, pero notablemente inferior al que se produce cuando se comparan trabajadores según su origen.
En todo caso, dentro de los asalariados procedentes de terceros países también se observa una diferencia porcentual en función del sexo del obrero. Las retribuciones de un trabajador inmigrante son un 25,5 % más elevadas que las de las mujeres con nacionalidad no española.
La posición de desventaja de la mujer en el mercado laboral se ha tendido a relacionar con la presencia mayoritaria de ellas en puestos de jornada parcial, una circunstancia relacionada con la compatibilización de cuidados a familiares y allegados. Además, la maternidad se ha considerado un parteaguas en su carrera profesional.
Por su parte, los bajos ingresos de los extranjeros sugieren la existencia de bolsas de economía sumergida o de ingresos sin declarar. Además, su menor acceso a la función pública les impide optar a salarios más estables y elevados. Al mismo tiempo, la reciente llegada a la región de miles de inmigrantes augura una incorporación al ámbito profesional aún desigual por parte de estos.
Un problema generacional
La distribución salarial por franjas de edad atestigua la dificultad de los profesionales más jóvenes para prosperar en el plano pecuniario. El salario medio anual de los trabajadores menores de 25 en Castilla-La Mancha es inferior a los 9.000 euros.
Además, los declarantes con entre 26 y 35 años, una edad decisiva para la formación de proyectos vitales y familiares, son recompensados con 18.555 euros, una cantidad muy por debajo de la que ingresan otros trabajadores más longevos.
La cohorte mejor remunerada abarca desde los 56 hasta los 65 años. Este grupo, en la antesala de la jubilación, ha visto su trabajo gratificado con 25.315 euros.
Por debajo de la media
La estadística que proporciona el Ministerio de Hacienda confirma la presencia de casi 920.000 asalariados en la comunidad autónoma. Más allá de la comparativa entre nacionales y extranjeros, hombres y mujeres, y cohortes de edad los datos evidencian el menor desarrollo salarial del mercado laboral de la región.
En Castilla-La Mancha, el salario medio anual ha llegado hasta los 21.304 en el último ejercicio del que existen datos completos. En el conjunto de España, este indicador se eleva hasta los 23.981 euros. Se trata de una brecha del 12,6 %, casi 2.700 euros anuales.
La Agencia Tributaria no incorpora datos de País Vasco y Navarra, dos comunidades con haciendas propias. No obstante, y dada la riqueza comparativa que caracteriza a ambos territorios, se intuye un escalón aún más amplio frente a la media nacional real.
Solo Extremadura (18.344 euros), Andalucía (19.618 euros) y Canarias (20.709 euros) tienen salarios medios anuales más bajos que Castilla-La Mancha. La vecina Comunidad de Madrid (30.769 euros) se ha encaramado como la región con mejores gratificaciones por el desempeño profesional.
El dinero con que se riega la actividad laboral es un 44,4 % más alto en Madrid que en la región con la que más kilómetros de linde autonómica comparte.