La pobreza alcanza al 33,2 % de menores en Castilla-La Mancha y afecta especialmente a los que tienen entre 11 y 17 años y a los que vivien en hogares de un solo progenitor. 

Así se extrae del informe presentado este martes por la Plataforma de Infancia con el análisis de la última Encuesta de Condiciones de Vida 2021 publicada por el INE, que detecta un incremento de los hogares con hijos con importantes carencias materiales.

España, donde sufre pobreza un 33 % de los niños, es el segundo país de la Unión Europea con una mayor tasa de menores en riesgo de exclusión social, sólo por debajo de Rumanía. "Hay más pobreza y ha crecido a un ritmo superior a la media de la UE en los últimos años", ha explicado el autor de la investigación, Joffre López.

Pobreza por regiones

Andalucía, Extremadura y Murcia son las comunidades autónomas con mayores tasas de riesgo de pobreza en la infancia y les siguen Ceuta, Melilla y las Islas Canarias.

También en comunidades como Castilla-La Mancha y Castilla y León -según explica el informe- la ruralidad y la baja densidad de población suponen retos para la infancia.



Castilla-La Mancha tiene una tasa similar a la media nacional, 33,2 %, y el informe señala que la consistencia de la pobreza infantil es menor que en otras zonas y la tasa de carencia material severa en la infancia está por debajo de la media de España y se ha reducido "muy considerablemente" en los dos últimos años.

Son las comunidades del norte las que tienen mejores datos en cuanto a la incidencia de la pobreza infantil, sobre todo Navarra, País Vasco, Cantabria y Aragón. 

Familias con menos de 281 euros al mes

El 28,9 % de los niños vivía en hogares con ingresos inferiores al umbral de pobreza -menos de 20.023 euros anuales para toda la familia- y el 14,9 % con ingresos bajo el umbral de pobreza severa -con menos de 281 euros al mes para el caso de una familia con dos adultos y dos niños dependientes-.

Los hogares con menores dependientes y especialmente las familias monoparentales son los hogares más vulnerables, seguidos de los formados por familias numerosas con más miembros.

Aunque son los niños de menos de 7 años los que más sufren la pobreza material severa, los que tienen entre 11 a 17 años presentan un mayor porcentaje de riesgo de pobreza y exclusión social. El 34,6 % de la población española de esa horquilla de edad se encuentra en situación de pobreza.

Pobreza energética y peor salud 

El estudio detecta el aumento de niños con privaciones materiales: el 19,3 % de los menores de 18 años tenían carencia material y el 8,9 %, carencia material severa.

Las privaciones más recurrentes de las familias con menores son no poder hacer frente a imprevistos, no poder sufragar el ocio familiar, tener retrasos de pagos de hipoteca, renta o suministros y en casos más extremos con riesgo de desahucio, pobreza energética, brecha digital o alimentación precaria.

Asimismo, los menores de familias en desventaja socioeconómica presentan mayores tasas de absentismo escolar y mayor probabilidad de abandono escolar prematuro. Así, les afectó al 44,1 % de los estudiantes de primaria y secundaria, la mayoría de hogares con rentas bajas.

Y también existe una relación entre un estado de salud más precario en la infancia y el riesgo de pobreza. Aunque la atención sanitaria es gratuita para todos, algunos de los menores que viven en familias con rentas más bajas presentan peor estado de salud y una asistencia sanitaria menor, sobre todo a servicios no plenamente cubiertos.

Ayuda universal a la crianza

"El 70 % de las familias en esta situación no pudieron llevar a sus hijos al dentista", ha explicado el director de la Plataforma de Infancia, Ricardo Ibarra, que pide una ayuda universal a la crianza y reforzar el apoyo para prevenir futuras situaciones de riesgo.



"Pedimos más ambición a la ley de familias para que sea universal la ayuda a la crianza que incluye hasta los tres años y se extienda al menos hasta los 6 años", ha reclamado Ibarra, quien ha estimado que con una prestación de 100 euros al mes hasta los 18 años se reduciría la pobreza monetaria 8 puntos, sobre todo la severa.