Toledo va a recuperar, al menos por un tiempo, una parte de su alma artística. La pintura El Tránsito de la Virgen, de Juan Correa de Vivar, regresará a la Sinagoga del Tránsito casi dos siglos después de su salida. La obra, procedente del Museo Nacional del Prado, vuelve al espacio al que dio nombre y en el que fue concebida en el siglo XVI.
El reencuentro tendrá lugar el próximo miércoles, 5 de noviembre, en la propia sinagoga, que hoy por hoy es sede del Museo Sefardí. La tabla, datada entre 1546 y 1550, formó parte del retablo original del templo antes de ser trasladada tras la desamortización y la supresión de las órdenes militares.
La presentación forma parte de la exposición Maniera, organizada por el Museo del Greco, que abrirá al público el 12 de noviembre y podrá visitarse hasta el 15 de febrero de 2026.
Acompañamiento musical
El recibimiento contará con un acompañamiento musical a cargo del director de orquesta y musicólogo toledano Ulises Illán, que interpretará dos piezas al violín como bienvenida simbólica a la pintura.
La primera evocará "la dormición de María, rodeada de los Apóstoles, con san Pedro acercando la vela y san Juan en la lectura". La segunda, "de temática mariana y carácter más festivo", representará "la elevación celeste de la Asunción que asoma tras el ventanal del cuadro".
Según detalla el Museo del Prado, en la obra puede contemplarse a María agonizando en el lecho y rodeada de los Apóstoles. "San Pedro, como sacerdote, le entrega una vela encendida, mientras San Juan y otro apóstol leen las Sagradas Escrituras junto a ella. Tras el ventanal abierto, se aprecia la escena de la Asunción de la Virgen", explican.
El museo destaca, además, que Correa "muestra en esta tabla sus mejores cualidades, como la monumentalidad de las figuras y el tratamiento elegante y cadencioso en su disposición".
El Tránsito de la Virgen fue encargado "por don Íñigo de Ayala y Rojas, enterrado en la misma iglesia", quien aparece retratado "en la parte baja, orando y con el hábito de la Orden de Calatrava”. En las ventanas del fondo "se reproducen los escudos de las familias Rojas y Ayala", confirmando su patrocinio.
