El pintor y escultor albaceteño Fernando Castillo ha fallecido en la madrugada de este domingo, 30 de enero, a los 70 años en el Hospital Reina Sofía tras una larga enfermedad. Natural de Hellín (Albacete) (1951) fijó su residencia en Murcia hace más de tres décadas.

La magia del coreógrafo y mimo británico Lindsay Kemp se cruzó en su camino y sobre el espectáculo 'Elizabeth I, el último baile' realizó una serie de cuadros a los que denominó 'Danza osmótica a través del espejo'. Entabló una gran amistad con el artista al que visitaba frecuentemente en Italia.

A los 19 años inició sus estudios en L' Ecole des Beaux Arts de París y comenzó a desarrollar sus primeras exposiciones en galerías de esa ciudad. Estudió Derecho en la Universidad de Murcia y se trasladó a Madrid donde participó en exposiciones internacionales como las bienales de Blanco y Negro -ABC- o los premios Francisco Alcántara. Disfrutó de una beca en el Círculo de Bellas Artes de Madrid.

Antológica

Realiza exposiciones en Caracas e Italia, también una antológica de pintura y escultura organizada por la Caja de Ahorros de Castilla La Mancha y el Ayuntamiento de Hellín. Más tarde, se desplazó a Murcia para pintar al entonces presidente de la Academia de Medicina, algo que se fue extendiendo a los notarios de Albacete, Granada y otras personalidades.

Un cuadro que merece una atención muy especial por las múltiples publicaciones que ha suscitado es 'El Espejo del Café del Arco', un mural inaugurado en Murcia y que representa a los personajes más conocidos e influyentes de la ciudad, a modo de tertulia recogiendo la tradición costumbrista de otras épocas, expuesto de modo permanentemente al público en el emblemático café.

Su obra de investigación artística ha ido simultaneada con la realización de un gran número de retratos, muchos de ellos personajes insignes, que se dispersan por todo el mundo como Antonio Piga Pascual, Real Colegio Oficial de Médicos de Madrid; o presidentes de la Real Academia de Medicina de Murcia, entre los que se encuentran nombres tan emblemáticos como el doctor Alberca, el doctor Sánchez-Parra o el doctor Isidoro Mínguez.