La Colección Roberto Polo. Centro de Arte Moderno y Contemporáneo de Castilla-La Mancha (CORPO) inaugura este lunes en su sede museística de Toledo un interesante espacio en el que contextualizarán la creación plástica y literaria de Federico García Lorca y Gregorio Prieto (un poeta pintor y un pintor poeta), exhibiéndola junto a la de sus coetáneos de la vanguardia internacional.

Dibujos, correspondencia ilustrada, collages, fotografía, son los soportes en los que admirar la poesía visual que generó esta relación artística y afectiva. Un total de 11 piezas cedidas en préstamo por la Fundación Gregorio Prieto y que se expondrán dentro de la sala que CORPO dedica al surrealismo –con obras de Max Ernst, Marc Eemans, Sadie Murdoch, Marc Maet, Darío Suro y Pierre-Louis Flouquet.

El fin de este nuevo proyecto de la Colección Roberto Polo, en palabras de su director artístico, Rafael Sierra, “es  establecer relaciones visuales, estilísticas y conceptuales de la obra de estos dos grandes artistas españoles con las vanguardias internacionales que constituyen el núcleo de esta colección, sobre todo con el movimiento surrealista, al que Prieto contribuyó singularmente, dotándolo de una secuela denominada postismo (contracción de postsurrealismo). Prieto es un pintor que escribe y Lorca un poeta que dibuja, lo cual nos ha ofrecido la oportunidad de construir un argumento lleno de sugerencias y posibilidades” –nos explica Sierra. “Cuando CORPO nos propuso el préstamo nos pareció una idea muy interesante –declara a su vez Raúl Luis García, director del Museo Gregorio Prieto en Valdepeñas–, no solo por la proyección del museo, sino por el entorno en el que las obras iban a ser expuestas y porque es un modo de abrir nuestras relaciones con otras instituciones de Castilla-La Mancha”.

Nostalgia.

Los dibujos de García Lorca, que han sido frecuentemente descritos como “dibujos poéticos”, son parte importante de la creación artística del poeta (Fuente Vaqueros, Granada, 1898-camino de Víznar a Alfacar, Granada, 1936); una práctica, la del dibujo, a la que Lorca se dedicó casi tanto como a la literatura a partir de 1923, y que en su momento ya fue muy admirada por sus contemporáneos. Tanto sus líneas y trazos como las atmósferas que transmite, le emparentan directamente con el surrealismo, probablemente influido por Salvador Dalí, al que admiraba y con quien mantuvo una relación de gran intensidad emocional y artística. Uno de los dibujos incluidos en la muestra, Nostalgia (1927), está considerado por los expertos como una de las pruebas más singulares de esta devoción daliniana: en el centro de lo que semeja una tela de araña (o tal vez una constelación mironiana) Lorca perfila un retrato de Dalí y, envolviéndolo, una caricatura del influyente crítico de arte Sebastià Gasch.

De su amigo poeta dijo Gregorio Prieto que “la poesía es su compañera oficial, inseparable y fiel. Pero la pintura es la secreta amante por la que se siente fatalmente atraído”. Fue precisamente él quien recibió y guardó los dibujos de Lorca –entre otros, los que aquí hoy se exponen–, y fue el primero en valorarlos y editarlos, desde su exilio en Londres. "Muchos tiran mis dibujos, Gregorio, pero yo te los doy porque sé que tú los guardas, y algún día, cuando me muera, los harás famosos". Así se dirigía por carta Lorca a su amigo, a quien había conocido en la Residencia de Estudiantes de Madrid en 1924. "Desde el primer instante que nos conocimos personalmente una corriente de comprensión artística y humana nos unió en franca amistad", escribiría Prieto.

Gregorio Prieto (Valdepeñas, 1897-1992), pintor y dibujante, cultivó también la fotografía y el collage. Vivió y creó en el universo de las vanguardias internacionales desde su etapa formativa en París, mediados los años 20, donde descubre el cubismo y el surrealismo. En Italia conoció a Marinetti, Carrà, Moravia y De Chirico, que tanto le influiría. En 1935 participó en una muestra en París con los artistas más representativos de la vanguardia española, Picasso, Miró, Gris y Dalí entre otros. El pintor manchego mantuvo también estrecha relación con numerosos escritores y poetas la Generación del 27, particularmente con Cernuda, Aleixandre o Alberti, además de Lorca, a quienes retrató con profusión. Algunas de las emblemáticas efigies de Lorca y de Cernuda se deben precisamente a su lápiz o a su pincel.

Prieto se exilió a la capital británica tras el asesinato de su gran amigo en agosto del 36 (“Eso que has oído es cierto, le fusilaron hace tres semanas”, le escribe un amigo común a su residencia en París): Federico García Lorca, poeta mayor de la Generación del 27 y la literatura española del siglo XX, había sido ajusticiado por las huestes franquistas al cumplirse un mes del levantamiento y la consecuente guerra civil.

Con la creación de este espacio, CORPO también quiere rendir homenaje a "la diáspora o la pérdida irreparable de estos y tantos otros artistas españoles de vanguardia, y acercar un poco más su memoria y su obra genial a las nuevas generaciones."