Jude Bellingham, en su infancia en la cantera del Birmingham

Jude Bellingham, en su infancia en la cantera del Birmingham Redes sociales

Fútbol

El orgullo de 'papá' Bellingham: un "viaje" desde Birmingham hasta la cima en el Real Madrid

Mark y Denise son los padres de Jude Bellingham y las personas que siguen forjando en segundo plano una carrera que estará plagada de éxitos.

1 noviembre, 2023 09:32

El pasado lunes todo el mundo vio a Jude Bellingham subirse al escenario en una gala del Balón de Oro por primera vez. En París, el centrocampista nacido en la localidad de Stourbridge recibió el Trofeo Kopa como mejor futbolista sub21 de la temporada 2022/2023. Un premio que un día más tarde ya se le quedaba corto.

Bellingham es la sensación mundial desde llegara al Real Madrid en verano y ahora mismo el gran candidato a ganar el Balón de Oro 2024, aunque todavía queda mucho por delante. Sus 13 goles en 13 partidos de blanco, sin ser delantero, equiparan su estreno a los de Di Stéfano y Cristiano Ronaldo, las dos mayores leyendas que hayan pasado por el club.

Es la historia de un éxito inmediato; el de un jugador que cumplió los 20 años tan sólo unos días más tarde de llegar al Madrid y que ha puesto de moda en el Santiago Bernabéu el 'Hey Jude' que crearon Los Beatles hace seis décadas. Detrás de todo esto está el apoyo de Mark y Denise, sus padres, los cuales le han acompañado y aconsejado durante todo el camino.

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Apenas 24 horas después de que Jude recogiera el Trofeo Kopa, su padre compartió una imagen de su hijo que nunca se había hecho pública. En ella se veía a Bellingham de niño, en sus inicios en la cantera del Birmingham a la que llegó con ocho años, todavía con todos sus sueños por cumplir.

"Premio Kopa 2023 al buen chico que se está convirtiendo en un buen hombre. Feliz por él. Es un lindo momento para todos esos profesores y entrenadores que han sido parte del viaje. Buena gente que hizo que todo fuera divertido", celebró Mark en redes sociales.

Mark fue sargento de la policía y tuvo un destacado recorrido por el fútbol amateur (las leyendas cuentan que marcó más de 700 goles). Denise, ocho años mayor que su marido, trabajó en el departamento de recursos humanos de una empresa. Siempre han tenido las ideas claras y han guiado a sus hijos, también al menor, Jobe (18 años), futbolista en el Sunderland inglés, en esta 'jungla' llamada fútbol.

Jude empezó en las inferiores del Birmingham y, mientras tanto, estudió en la Hagley Primary School. Luego pasó a un colegio privado, The Priory School, en Edgbaston, una escuela elitista cuyo lema dice: "Educando estudiantes para triunfar en la vida". Pocos habrá que puedan presumir de eso tan pronto como Bellingham.

Así llegó la actual estrella del Madrid a hacerse profesional con 16 años y a llamar pronto el interés de los grandes del fútbol. Entre sus formadores tuvo al español Pep Clotet. En la Premier League se lo rifaban, pero la familia Bellingham decidió dar un giro de timón y Jude fichó en 2020 por el Borussia Dortmund. Y se separaron. Denise acompañó unos meses a su hijo mayor en Alemania y Mark se quedó con Jobe en Inglaterra.

La experiencia fuera de casa es lo que terminó por hacer madurar a Bellingham. Aunque sobre esto dejó una graciosa escena la gala del Balón de Oro del pasado lunes. Entre bambalinas, Denise colocaba a su hijo Jude mientras este comentaba: "Todo el mundo dice: 'Eres muy maduro'. Ni siquiera puedo arreglarme solo...". Cuando estaba en el Dortmund, también se viralizó que su madre todavía le hacía la cama.

El viaje sigue

En el seno de los Bellingham reina la protección. De ahí que no se confíe en representantes para llevar la carrera de sus hijos. Mark y Denise afinan mucho cuando hay que contratar a alguien para temas económicos o de marketing y mantienen a Jude y Jobe con los pies en la tierra.

En el Madrid alucinan con Bellingham. Los informe cuando se le fichó ya eran sobresalientes, pero tras verle de cerca cada día se han superado las expectativas a todos los niveles. Hablan de que no parece un chico de una edad tan corta y que lo de su familia es un caso excepcional, nada queda suelto al azar. El viaje sigue, aunque ahora sea difícil aventurar dónde estará el límite.