Imanol Alguacil lanzó la caña sobre el futuro de Take Kubo en la previa del Real Sociedad-Real Madrid: "Le veo de txuri-urdin", dijo. El nipón la recogió y respondió con un gol y un mensaje de amor al club donostiarra: "El año que viene voy a ser 100% txuri-urdin". Caso cerrado, aparentemente.

Han pasado ya casi cuatro años desde que Kubo fichó por el Real Madrid. Aterrizó con solo 18 años, con un sitio reservado en el Castilla de Raúl. Su brillo dejó claro en aquel verano de 2019 que su sitio debía estar en Primera División y, sin hueco en el Madrid por una cuestión de fichas, salió cedido. 

Durante tres temporadas, Kubo encadenó préstamos en Mallorca, Villarreal, Getafe y de nuevo Mallorca. Tuvo altibajos, mientras en el Madrid seguía atascado el tema de los extracomunitarios. Así, el último verano se decidió que merecía una oportunidad mejor. La Real Sociedad, que ya sacó de Odegaard su mejor versión, llamó a su puerta y lo compró por 6,5 millones de euros.

[El Real Madrid se distrae pensando en la final de Copa del Rey y pierde ante la Real Sociedad]

El Madrid no se guardó una opción de recompra ni tampoco un porcentaje de sus derechos. Lo que sí tiene es el 50% de plusvalía en caso de que la Real Sociedad le venda, es decir, se llevaría la mitad del traspaso. Además, guarda un derecho de tanteo que le permite igualar siempre la mejor oferta que llegue por el nipón.

¿Qué significa todo esto? En el Madrid siempre se ha valorado el potencial de Kubo, pero el japonés no ha terminado de dar el salto estos últimos años. Sí lo está haciendo este año en la Real, con el que lleva ocho goles (en ocho victorias) y siete asistencias. "Lo estamos mirando, está jugando muy bien pero hablaremos de ello en unos meses, sabiendo que es muy complicado encontrar minutos en esta plantilla", decía Ancelotti sobre él este lunes en rueda de prensa.

Las palabras de Ancelotti dejan clara la postura del Madrid en el 'caso Kubo'. No se olvidan de él, pero la realidad es que en el ataque blanco hay mucha competencia. Benzema y Vinicius son indiscutibles, Rodrygo se ha asentado de titular en la banda derecha y tanto Fede Valverde como Asensio también están jugando ahí. El japonés, que suele partir desde ese lado, lo tendría difícil en el club blanco.

A eso hay que sumarle la situación Brahim Díaz. El malagueño, cedido en el Milan, está en una situación parecida. Ha explotado en el club rossonero y el Madrid le sigue de cerca. Su regreso es más sencillo y se valora el salto que ha dado en un equipo de prestigio, semifinalista en la presente edición de la Champions League. Todavía no se ha tomado una decisión final en su caso y tocará sentarse a hablar al acabar la temporada.

Take Kubo habla con Imanol Alguacil EFE

Nuevo ídolo en Anoeta

Kubo no piensa en el Madrid, es la realidad. Su adaptación al vestuario de la Real Sociedad y a la ciudad de San Sebastián es total. Sus compañeros están muy a gusto con este japonés de apariencia tímida, pero que en realidad sorprende por lo bromista que es. Su primer año como blanquiazul no podía haber ido mejor.

"Ha demostrado de sobra el compromiso y cómo siente esta camiseta", decía Imanol en su rueda de prensa previa al partido contra el Madrid. Kubo, tras el encuentro, también hablaba de su estado de felicidad: "[Ancelotti] No ha hablado conmigo. Yo personalmente tenía miedo que la gente de la Real no me quisiera para el año que viene, pero sí me quiere y estoy muy contento de ello y el año que viene voy a ser 100% txuri-urdin".

Su presente y futuro pasa por Anoeta, donde más de 35.000 personas le recompensaron con una ovación en pie este martes cuando fue sustituido. Apenas ha completado la primera de las cinco temporadas que firmó con la Real Sociedad. El Madrid se mantiene en la sombra, pero parece que solo una carambola (o una explosión a crack mundial) podría hacer que volviera a vestir de blanco a corto-medio plazo.