Ganar, seguir vivo en La Liga y disipar las dudas que volvieron a aparecer hace tan sólo unos días en el pasado Clásico de la Copa del Rey. Esas son las misiones que tiene el Real Madrid este domingo (21:00 horas, Benito Villamarín) en su visita al Real Betis para disputar la jornada 24. Se dicen fácil, pero será complicado entre otras cosas porque es una verdadera incógnita saber qué cara van a mostrar los blancos en este encuentro, si la de Anfield o la de los dos últimos partidos en el Bernabéu contra el Atlético y el Barça.

Aunque la pasada jornada los de Carlo Ancelotti lograron reducir la diferencia con respecto al líder, el empate ante el Atlético de Madrid no dejó para nada buenas sensaciones. El equipo estuvo atascado y le costó generar peligro sobre la portería rival, una versión similar a la que se vio en El Clásico. Esto no le vale a los blancos, que necesitan un lavado de cara y sobre todo seguir sumando de tres en tres en La Liga para esperar cualquier pinchazo del FC Barcelona.

Al Real Madrid le cuesta jugar contra equipos que se cierran y que esperan agazapados en su campo. Lo hizo el Atlético y también el Barça, de forma exagerada, en el Bernabéu, pero ahora se espera que el Real Betis plantee un partido muy diferente. Los de Pellegrini practican un juego alegre y vistoso, en busca constante del ataque a través de sus jugadores de calidad, y eso suele propiciar una mayor apertura de los espacios.

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Eso sí, los verdiblancos se van a ver lastrados por las bajas en una semana negra para ellos en materia de lesiones. Primero Fekir, uno de los jugadores con más talento de la competición, se rompió el cruzado y no podrá jugar más en lo que resta de temporada, mientras que Canales sigue lesionado y tampoco será de la partida. Dos ausencias sensibles pero de las que el Real Madrid no se fía lo más mínimo.

Sin Luka Modric

El Real Madrid también llegará con bajas a este encuentro. Dos de ellas son ya conocidas y de mediana duración como David Alaba y Ferland Mendy, dos ausencias que siguen lastrando a la defensa merengue. El otro es en una posición más adelantada, ya que Luka Modric tampoco va a poder estar en Heliópolis por acumulación de tarjetas amarillas. 

La ausencia del croata le abre la puerta a Tchouaméni para su regreso al once inicial. El francés no ha vuelto a ser titular desde que pasó un proceso gripal, pero ahora parece que ya está completamente recuperado y puede ser una buena pieza para el centro del campo. Al lado, Fede Valverde y Toni Kroos podrían ser sus escuderos, por lo que Camavinga, después de un discreto Clásico, podría regresar al banquillo. 

Toni Kroos, en un partido del Real Madrid de la temporada 2022/2023 AFP7 / Europa Press

Arriba la pólvora volverá a correr a cargo de Vinicius y Karim Benzema. Pese a que ninguno de los dos han estado brillantes en los últimos partidos de La Liga, sí que consiguieron ser determinantes en Anfield así que está claro que no se les ha olvidado eso de marcar goles. El tercero en cuestión de este triángulo de ataque podría ser Rodrygo para darle frescura a la ofensiva.

Pellegrini, el reencuentro

El entrenador del Real Betis conoce al dedillo a algunos de los actuales jugadores del Real Madrid después de haberlos tenido en su época como técnico blanco. Por eso, el chileno sabe bien cómo parar el ataque del conjunto madridista y a buen seguro que no va a poner las cosas fáciles.

Eso sí, 'Manolo', como le llaman muchos cariñosamente por Heliópolis, va a tener serios problemas porque sus dos futbolistas más talentosos no van a poder ser de la partida. El drama llegó con la rotura del cruzado de Fekir, la guía en ataque de los verdiblancos, pero es que tampoco Canales va a poder estar en este partido, por lo que se trata de dos ausencias muy sensibles.

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El Real Betis es quinto clasificado con 40 puntos y ocupa plaza de Europa League. La temporada de los andaluces está siendo sensacional, pero quieren ir todavía un poco más allá y estar en la próxima edición de la Champions League. Por eso, necesitan ganar y meter presión al Atlético y a la Real Sociedad. Huele a un gran partido.