Vinicius volvió a ser uno de los grandes protagonistas del partido que disputó el Real Madrid ante Osasuna en El Sadar. El brasileño dio una asistencia, marcó un gol que le anularon y constantemente desbordó como es habitual en él por la banda izquierda. No fue un partido cómodo para él, ni tampoco para el resto de sus compañeros, debido a la intensidad que le meten los navarros al fútbol siempre que juegan en casa, y tuvo algún pequeño roce a lo largo de los 90 minutos.

No fue nada exagerado, sino acciones habituales del fútbol que se desencadenan especialmente en partidos de alto voltaje como este, pero el brasileño sí que llegó a encararse con un futbolista de Osasuna. Sin embargo, lejos de alimentar la polémica y de cargar las tintas contra el delantero como sí que han hecho otros futbolistas de otros equipos en jornadas anteriores, después del encuentro salió Sergio Herrera, el portero rojillo, a poner calma y cordura.

Preguntado por cómo había vivido el partido de Vinicius en El Sadar y ese pequeño roce con un compañero suyo, el cancerbero fue muy tajante: "Vinicius ha tenido un comportamiento normal, Hay que parar un poco lo que está pasando con él. Creo que, al final, a cada campo al que va se está revolucionando todo un poco", comentó el guardameta.

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Siguió además Sergio Herrera, uno de los hombres más destacados en el partido pese a haber encajado dos goles, quitándole hierro al asunto de Vinicius y echándole una mano al brasileño del Real Madrid: "En el fútbol hay contacto, creo que se le está dando mucha bola a este tema", comentó.

Herrera, de lo mejor

El portero de Osasuna firmó una sensacional actuación en el partido, y se convirtió precisamente en una gran pesadilla para Vinicius. El guardameta le sacó de manera espectacular dos mano a mano al futbolista brasileño cuando parecía inevitable que ambas acciones terminaran en gol, así que mantuvo con vida a su equipo hasta el final.

Eso sí, Herrera no pudo hacer nada en el gol anotado por Fede Valverde en el que Vinicius fue el asistente. Tampoco en el segundo tanto del encuentro, ya que Marco Asensio le batió con un disparo duro y raso que entró por debajo de las piernas.