André Villas-Boas era uno de esos entrenadores jóvenes que parecían llegados para cambiar el fútbol. El portugués registró un éxito muy temprano en el Oporto y desde ahí dio el salto al Chelsea. Muchos veían en su figura al nuevo José Mourinho. No tanto por el estilo, sino simplemente por su procedencia y por su brillantez a una temprana edad. 

Sin embargo, el técnico luso no tuvo suerte en Londres ya que su aventura solo duró unos 8 meses. Un tiempo en el que no le dio tiempo a demostrar su valía. Venía de ganar la Europa League en Portugal y su paso a la Premier League parecía ser el momento perfecto para brillar al más alto nivel. 

Finalmente, no fue así y terminó saliendo por la puerta de atrás. Ahora, mirando con perspectiva, Villas-Boas considera que no ha hizo cambios suficientes para variar la tendencia de aquel equipo y para amoldarlo a lo que realmente quería. A pesar de que su estancia fue corta, asegura en una entrevista a The Telegraph que vivir la experiencia de un club tan grande da incluso para escribir un libro. 

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Una de las facetas más estresantes para él era la de confeccionar la plantilla. Hablar con los altos cargos del club, en aquel entonces el propietario Román Abramóvich y su mano derecha Marina Granovskaia con quienes debía cerrar todos los movimientos.

André Villas-Boas

Uno de los más esperados en su caso era el de Luka Modric. El croata era un jugador que le tenía enamorado y cuyo fichaje quería a toda costa. Sin embargo, cuando creía que tenía cerrada su contratación procedente del Tottenham, se dio cuenta de que todo se había venido abajo porque el deseo del jugador era otro: el Real Madrid.

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El cambio de Modric

"Se nos escapó el acuerdo con Modric al principio de la temporada. Si el trato con Modric no se iba a hacer, había que hacer el trato con João Moutinho. Esa era la promesa de Roman en aquel momento. Pero Moutinho llegó a la Premier League años y años después de que yo lo intentara. Fue un fracaso del que no se puede culpar a un entrenador".

Villas-Boas se muestra ahora apenado de que no pudiera salir ninguna de las dos operaciones. Aunque lo más duro fue no tener bajo sus órdenes a un futbolista con el potencial de Modric: "Pensé que teníamos el acuerdo con Modric hecho y terminó en el Real Madrid la temporada siguiente. Luego se iba a cerrar el acuerdo de Moutinho con el Oporto, pero el problema fue que el acuerdo por el lateral izquierdo del Oporto, Álvaro Pereira, se cayó".

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En esa larga lista de fiascos también estuvo Falcao, quien años después sí jugó en el Chelsea, pero ya lejos de su máximo nivel: "Roman se sintió molesto. Así que, ni Modric, ni Moutinho... Falcao es otro que estuvo a punto de venir, pero entonces tenías a Drogba que no podía decidir si quería irse o no en enero. Estaba a punto de irse a Shanghái, luego ya no lo está y entonces Marina Granovskaia quería a Carlos Tévez y de repente ya no quiso a Tévez". Villas-Boas salió del Chelsea y pasó por el Tottenham Hotspur y el Olympique de Marsella, club que dejó en 2021. Desde entonces no ha vuelto a entrenar.