El partido entre el Celta de Vigo y el Real Madrid arrancó con polémica. Los blancos se adelantaron en el marcador gracias a un gol de Karim Benzema desde el punto de penalti. El primer tanto del delantero francés, futuro ganador del Balón de Oro salvo sorpresa, le sirve para estrenarse así en el campeonato doméstico después de no ver puerta ante el Almería. 

A pesar de que los jugadores del Celta protestaron la acción, lo cierto es que la jugada no dejaba muchas dudas. David Alaba remató con potencia hacia la portería tras recoger un balón suelto en el área pequeña y Tapia tapó el remate con el brazo. Una pena máxima que ofrecía poca discusión. 

Fue una acción de bastante mala suerte para el Celta. El balón colgado al área del equipo vigués le quedó en posición franca al central del Real Madrid que ya se relamía para abrir la lata. Alaba, que había marcado en la Supercopa de Europa y también en el primer partido de Liga contra el Almería, quería otro tanto más en su cuenta. 

Los jugadores del Real Madrid piden mano de Tapia que el árbitro sancionó con penalti tras la consultar al VAR Reuters

Sin embargo, justo cuando ya se disponía a celebrar el tanto, apareció el brazo del central Tapia que tapaba por completo la trayectoria del balón hacia la portería. Una acción que los jugadores del Real Madrid protestaron de inmediato, especialmente el propio Alaba y Karim Benzema, los que mejor vieron la jugada. Gil Manzano no pitó, pero la historia no había terminado. 

Un penalti eterno

El juego continuó sin que el balón saliera o sin que hubiera ninguna interrupción mientras las protestas continuaban. Pero desde la sala VAR sí se estaba revisando la jugada y comprobando la evidencia del penalti. Finalmente, Gil Manzano recibió el aviso por su pinganillo y fue al VAR a consultar la jugada. Nada más verlo tuvo claro que la mano era una infracción clara y que debía señalar penalti. 

Regresó al terreno de juego y señaló el punto fatídico para desesperación de los jugadores del Celta que sabían que con Benzema enfrente, lo más probable era encajar el tanto. Y así fue. Benzema tomó la responsabilidad y la puso al palo contrario elegido por Marchesín para abrir su cuenta goleadora en La Liga.