Cuatro partidos separan al Real Madrid de final de temporadas. En esas cuatro jornadas se decidirá La Liga, que pasa este fin de semana por una jornada clave. Pero hay más en juego dentro del vestuario blanco, como es en el caso del capitán Sergio Ramos. Queda poco más de mes y medio para acabar su contrato y a estas alturas todavía no hay nada decidido. Además, ahora suma una nueva lesión.

El final de temporada era muy importante para Sergio Ramos. Se la juega en todos los aspectos. De vuelta con el equipo debía aportar su granito de arena para ganar La Liga y, mientras tanto, ir encaminando su esperada decisión sobre su futuro que se esperaba que hubiera llegado hace meses. Pero una lesión muscular le hará perderse, por el momento, el partido del Sevilla.

Su reaparición no fue fácil. Sergio Ramos volvió directamente para ser titular en el partido contra el Chelsea. Su actuación no fue la mejor y muchos señalaron que todavía era pronto para que el camero jugara 90 minutos, más aún teniendo en cuenta la potencia física del rival que había delante. Parte de las críticas por la eliminación fueron en su contra.

Sergio Ramos dialoga con Daniele Orsato REUTERS

Ramos no se esperaría que la temporada fuera a acabar así. Sin su futuro por decidir, las buenas actuaciones de Éder Militao y Nacho durante su baja y la de Raphael Varane han demostrado al madridismo que hay vida en la defensa más allá del camero. Ha perdido su condición de imprescindible -no para Zidane- y eso juega en contra de su decisión para el futuro, tanto como su lesión.

El paso de Ramos

Lo último que se sabe es que Ramos ya habría dado un paso atrás en sus pretensiones y, tal como reveló Jorge Calabrés en El Bunker, estaría dispuesto a aceptar la rebaja salarial que puso el Madrid como condición en su oferta. Eso sí, todavía hay una barrera que separa a ambas partes y son los dos años que el central pide para estampar su firma.

La renovación de Ramos está más cerca de lo que estaba hace unas semanas, pero no se puede dar nada por hecho. De momento, no ha trascendido que tenga alguna oferta de otro club para cambiar de aires y apenas le quedaban cuatro partidos más, que ahora serán menos o ninguno -dependiendo del alcance de la lesión-, como escaparate para convencer a algún equipo de lanzarse a por su firma. Los problemas se le multiplican.

El Madrid, cubierto

El Madrid no se impacienta y deja la decisión, sea la de renovar o la de salir, en manos de Sergio Ramos. Será él el que tenga que zanjar el asunto cuando la temporada se acerca a su final. El club blanco tiene cubiertas las espaldas con el fichaje de David Alaba del que solo falta la firma y además celebra la explosión de Militao. Eso sí, todavía hay otro asunto que resolver que es el futuro de Varane, que acaba contrato en 2022 y si no da muestras de querer renovar será puesto en venta este verano.

La cuenta atrás ha comenzado y Ramos está en una encrucijada entre su futuro que no se decide y el presente en el que espera poder participar en la lucha por La Liga si se recupera a tiempo. Este domingo, además, era una cita especial para él al visitar el Sevilla el Di Stéfano. No podrá estar y ahora la pregunta que todos se hacen es si el del Chelsea será su último partido de blanco.

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