Un nombre con el que nadie contaba. Una reivindicación cuando más falta le hacía. Lucas Vázquez vuelve a estar de moda y sus últimas actuaciones con el Real Madrid le han ayudado a ello. El canterano merengue ha pasado en apenas unos días de ser uno más de la plantilla, pero sin apenas minutos, a un jugador determinante para Zidane.

El gallego ha recuperado, de alguna manera, la imagen de multiusos y efectividad que habían caracterizado las pasadas temporadas con la elástica blanca. Un jugador ofensivo de gran velocidad y con mucho fondo, acostumbrado a salir como revulsivo y a cambiar los partidos, pero que también puede ayudar en defensa si así lo determina el entrenador.

De hecho, Lucas podría estar viviendo su mejor momento en el Real Madrid de los últimos dos años. La temporada 2018/2019 disputó hasta 47 partidos y se afianzó en un Real Madrid que no lo estaba pasando bien. Y es que cabe recordar que a finales de la campaña llegaría Zidane para iniciar su segunda etapa en el banquillo blanco.

Ya con el galo en la 2019/2020, las lesiones le apartaron del esquema habitual. De los 47 pasó a 23 encuentros. Y con malos números como menos de 20 minutos en toda la eliminatoria de ida y vuelta ante el Manchester City. Pero todo eso ha quedado en el pasado tras los últimos acontecimientos en la capital. Lucas no había remontado el vuelo en el inicio de temporada, pero dos semanas le han bastado para lograrlo.

Lucas Vázquez pelea con Borja por un balón REUTERS

Las lesiones del Madrid

La planificación del Real Madrid para la nueva temporada ha sido buena. Se contaba con opciones suficientes tanto en ataque como en defensa. Sin embargo, la mala fortuna de las lesiones ha castigado en exceso a la línea del equipo merengue. Y, principalmente, a los laterales derechos. Los problemas físicos no han cesado y actualmente Lucas es el único que puede ejercer en dicha posición.

Dani Carvajal siempre ha sido el lateral derecho por excelencia del Real Madrid. Solo las lesiones podían apartarle, y así fue esta temporada. El canterano estaría dos meses aproximadamente sin poder estar disponible para Zidane. Entonces, era la hora de Odriozola. El vasco tenía la oportunidad perfecta para reivindicarse tras su cesión en el Bayern. De nuevo, el físico no se lo permitió y el Madrid sumaba una nueva baja en el lateral.

Zidane tenía que ingeniárselas y era el turno de Nacho. El multiusos de la plantilla junto a Lucas. Bien de central o de lateral, siempre había cumplido. Pero es una realidad que en los últimos tiempos no había terminado de convencer con su rendimiento. Llegó El Clásico y Nacho jugó de titular. Sin grandes acciones, cumplió... y se lesionó. Parecía una maldición y Lucas tuvo que aparecer.

Lucas cumple

El de Curtis disputó los 47' que le dejó Nacho. Y no lo hizo nada mal. El Barça se quedó sin marcar durante su presencia en el terreno de juego y, como bien se recuerda, el Madrid fue muy superior durante toda la segunda mitad. Primer punto a favor de Lucas, que sin brillar se ganaba cierta confianza.

Tres días después llegó la Champions. Y, como era de esperar, Lucas titular ante el Borussia. Buena actuación pese al 2-2 y 90' más en su cuenta particular. El Real Madrid había mejorado notablemente su juego y, aunque el resultado no acompañase, las sensaciones fueron buenas. Repitió ante el Huesca y Zidane, consciente de su importancia, le quitó en la segunda parte pensando en el Inter. Un cambio que refleja su relevancia en el esquema táctico. Ante los italianos, una vez más, cumplió y conveció.

Lucas ha recuperado su mejor forma y sigue sumando minutos en las piernas. Está aprovechando la oportunidad, algo determinante teniendo en cuenta la competencia qu hay esta temporada en la plantilla del Real Madrid. Además, acaba contrato este 2021, por lo que este mes de octubre y noviembre le está sirviendo para dar un golpe en la mesa de cara a su futuro.

[Más información - El Real Madrid de las mil vidas: las 5 claves del resurgir en la Champions]

Noticias relacionadas