Luka Modric ha vuelto. El croata llevaba varios meses sin alcanzar su mejor nivel en el Real Madrid. Parecía un espejismo de lo que había sido en 2017 y 2018, años que le hicieron consagrarse como mejor centrocampista del mundo alzando todo un Balón de Oro. Ahora, por primera vez esta temporada, el '10' merengue parece que ha confirmado su 

A sus 34 años ya no puede hacer los mismos esfuerzos físicos que en antaño. La carga de minutos y partidos ha pesado en Modric, el propio jugador lo sabe. Sus piernas ya no tienen la misma resistencia que en temporadas anteriores y su nivel de juego y de aportación al equipo se ha visto mermado.

Luka Modric evita la presión de Mikel Oyarzabal REUTERS

Zidane sabe que no puede utilizar al croata como en su anterior etapa, donde era un bastión indiscutible en la plantilla, sobre el que giraba todo el juego del equipo desde el centro del campo. El técnico necesita dosificar la calidad que aún atesora para cuando llegue el tramo decisivo de la temporada, momento en el cual ganará presencia en los onces titulares del francés.

La vuelta de Modric 

El objetivo hasta el momento era coger ritmo de competición, recargar fuerzas y erigirse como una pieza clave para alternarse con Toni Kroos para permitir que el alemán, incombustible este inicio de curso, descansara. Casemiro y el ex del Bayern están jugando más minutos que nunca, en buena parte propiciados por las ausencias de Modric en los últimos meses. Y es que el croata también se ha perdido partidos por lesión esta temporada. 

Después de un tiempo dubitativo, Modric se fue al anterior parón de selecciones con Croacia viviendo un momento dulce de juego, después de haber superado una lesión muscular en septiembre y una contusión en octubre que le tuvieron apartado de los terrenos de juego durante 23 días. 

Exhibición contra la Real 

Contra la Real Sociedad se escenificó que está alcanzando su mejor versión de nuevo. Tanto en materia ofensiva como defensiva, Luka ha vuelto a ser el timonel sobre el que gira el equipo y encima se ha destapado como pieza importante en el frente de ataque.

Modric con Benzema REUTERS

Contra los de Alguacil participó en los tres goles del equipo: firmando su segundo tanto de la temporada, tras el anotado frente al Granada, y brindando dos asistencias a Benzema y Valverde, las cuales se suman a las tres conseguidas ante Eibar, Leganés y Villarreal. Números con los que ha dado un paso al frente en materia ofensiva respecto a otras temporadas. 

Mejoría física 

Al margen de su incidencia en el juego, fruto de su incontestable calidad, en los tres últimos partidos del Real Madrid ha sido titular dejando una buena imagen física: contra Betis y Eibar jugó 90 minutos; frente a los donostiarras 83. Partidos en los que ha demostrado que su estado actual le da para mantenerse en el campo con firmeza.

Luka Modric presionado por Alex Moreno REUTERS

Ahora está en la mano de Zidane saber dosificar su gran momento de forma, sin arriesgar en exceso por una posible lesión. En esta recta final de año será una pieza importante en los partidos claves que le quedan al equipo y su objetivo será estar en el once del técnico galo en el Camp Nou el próximo 18 de diciembre. 

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