Hay lío en la Copa del Rey. La plaza del Barcelona en el sorteo de cuartos peligra o, al menos, si se remite la Federación al artículo 56.3 del código disciplinario. Según el mismo, un futbolista del filial no puede jugar con el primer equipo hasta que no cumpla su sanción con el filial. Eso es lo que sucedió en la ida de la eliminatoria que enfrentó al Barça y al Levante en los octavos con el canterano azulgrana Chumi. Los de Valverde certificaban este jueves su pase a la siguiente ronda, pero está a la espera de lo que suceda este viernes antes del sorteo que se celebra a las 17:00 horas.

El código es claro:  "Hasta que no cumpliese la sanción con su equipo no podía participar con los superiores (...) El futbolista sancionado no podrá intervenir en ninguno de estos equipos o clubes, hasta que transcurra, en la categoría en la que se cometió dicha infracción, el número de jornadas a que haga méritos la sanción". Y Chumi jugó con el primer equipo antes de cumplir su ciclo de cinco amarillas con el Barça B. El Levante ha denunciado, sin embargo, lo ha hecho con el plazo, en principio, agotado. La protesta tenía que haber llegado antes del segundo día hábil, es decir, el pasado lunes 14. Pero el Comité de Competición se reunirá de urgencia.

El 'caso Cultural' le da la razón al Levante

La denuncia del Levante puede prosperar, aunque si lo hubiera hecho en los plazos correctos, si la Federación entendiera que hubo alineación indebida, la vuelta ni siquiera se habría jugado y el Barcelona habría sido descalificado, como ya ocurriera con el Real Madrid en 2015. El Levante, sin embargo, maneja una situación similar que le da la razón. En 2004, el Comité de Competición admitió la denuncia de la Real Sociedad B por alineación indebida de la Cultural Leonesa. Aquel partido que terminó 1-0 a favor de la Cultural, pasó al 0-3 por la decisión de Competición que le dio el partido por perdido al conjunto leonés.

Chumi disputa un balón con Borja Mayoral en la ida de Copa REUTERS

El Barcelona se agarra a la circular 28: "Las sanciones de carácter leve se cumplirán en las competiciones en las que el infractor se encuentra haciendo uso de una determinada licencia y, las de carácter grave o muy grave, en cualquier competición, ello con independencia de la licencia que se estuviera usando en el momento de la comisión de la infracción". Pero Chumi solo tiene una licencia, la de jugador (independientemente sea del filial o el primer equipo). Solo le daría la razón al Barça si el jugador tuviera también una licencia de entrenador o delegado.

La decisión debe llegar antes del sorteo

El Levante tiene hasta este viernes a las 14:00 horas para enviar su denuncia. Este jueves, antes del choque de vuelta, Quico Catalán aseguró que presentarán la denuncia a la RFEF. La pelota está en el tejado del Comité de Competición y de la juez única, Carmen Pérez. Ella será la que decidirá si admite la denuncia a trámite. De ser así, se deberá tomar una decisión exprés, puesto que el sorteo se celebra a las 17:00 horas y la decisión debe haber llegado antes. Si no hay pronunciamiento antes de dicha hora, se entenderá, por tanto, que la plaza es del Barcelona.

El 'caso Chumi' es imposible no relacionarlo directamente con el 'caso Cheryshev' que acabó con la descalificación del Real Madrid en la edición de Copa 2015/2016. El club blanco no llegó a jugar la vuelta de aquella eliminatoria contra el Cádiz, porque el club gaditano presentó su denuncia tras la ida. La situación era diferente puesto que Cheryshev arrastraba una sanción de Copa de la temporada anterior por acumulación de amarillas, pero sorprendió lo rápido que salió aquel caso a la luz, a diferencia que el de Chumi. Porque el Barça ahora se agarra a los plazos para estar en el sorteo y es que es una realidad que se cometió alineación indebida. Los antecedentes le dan la razón al Levante.

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