Europa será testigo, el próximo 15 de agosto, de uno de los partidos más atractivos que se pueden ver en la actualidad. El campeón de la Champions y el de la Europa League, frente a frente. El equipo más laureado de la historia contra aquel que trata por todos los medios de arrebatarle la supremacía en la capital de España. Real Madrid y Atlético reeditarán las dos finales de la máxima competición continental, disputadas en 2014 y 2016, y tratarán de salir vencedores de un trofeo, que se han llevado los merengues, en las dos últimas temporadas.

Lo harán en la capital de Estonia. En Tallín. Ante 13.000 espectadores, dada la escasa capacidad que tiene el Lilleküla Stadium. Un feudo que dista mucho de los grandes escenarios a los que están acostumbrados ambos contendientes, como pueden ser el Santiago Bernabéu y el Wanda Metropolitano, que cuentan con un aforo muy superior.

El estadio de Tallín donde se jugará la Supercopa de Europa 2018. Foto: Twitter (@UEFA).

1.400 ENTRADAS PARA CADA UNO

Ajustándose a las limitaciones del escenario, la UEFA ya ha acordado con ambos clubes la cantidad de entradas de las que dispondrán para repartir entre los aficionados que quieran asistir a presenciar en directo el partido. Con un total de 1.400 pases cada uno, ambas entidades tendrán que hacer maravillas para poder contentar a todos los interesados. Una vez se decida, mediante el proceso correspondiente, quién tiene el privilegio de viajar a ver la Supercopa de Europa, en Tallín, madridistas y rojiblancos podrán congregarse, respectivamente, en sus Fan Zone, donde podrán disfrutar de la previa del choque y de la retransmisión del mismo, y que, además, están muy cerca la una de la otra. Ambos equipos ya habrían decidido también en qué hotel se alojarán.

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