Después de vencer en Lisboa, Milán y Cardiff, el Real Madrid tendrá ante sí el reto de hacerlo en la capital de Ucrania. Kiev será testigo de un duelo espectacular entre los dos mejores equipos de Europa. Cristiano Ronaldo, Bale, Ramos, Salah y Firmino, entre otros, se darán cita en una final que, de terminar con los blancos como campeón, supondría la decimotercera 'Orejona' para las vitrinas del club más laureado de la historia.

Desgraciadamente para el Madrid, allí estarán solo 15.500 aficionados madridistas. Pese a que, en un principio, la UEFA le dio 17.000 entradas a la entidad blanca, ha tenido que devolver unas 1.500, ya que no ha conseguido venderlas entre sus socios. Esta situación es totalmente novedosa. En las tres últimas ocasiones que los merengues alcanzaron la final europea, se agotaron todas y cada una de las entradas a la venta.

UN VIAJE PLAGADO DE DIFICULTADES

El hecho de ser la tercera final consecutiva, las grandes dificultades que entraña el viaje -muchos kilómetros (cinco horas en avión), vuelos escasos y a un precio muy elevado (rondando los 1.000 euros)- y el coste de los pases para acceder al Olímpico de Kiev han impedido que la grada madridista se llene de merengues. Con ese excedente de entradas se desconoce qué acciones tomará la UEFA, pero podrían recaer en manos de los reds, que tendrían la oportunidad de ser mayoría y crear un ambiente espectacular e intimidatorio. Un pequeño hándicap con el que tendrán que lidiar Zinedine Zidane y sus pupilos para volver a alcanzar la gloria.