La temporada 2017/2018 está llegando a su fin. Después de muchos meses de entrenamientos, partidos y mucho esfuerzo, en estos días todos los equipos se juegan mucho, desde ganar la liga, hasta evitar el descenso o subir de categoría. Por ejemplo, en Holanda, ya se están disputando los playoffs para llegar a la Erediviese, la primera división del fútbol holandés. En uno de esos partidos, se produjo una imagen muy surrealista.

Uno de los históricos de Holanda, el Sparta Rotterdam, jugaba el pasado domingo ante el Dordrecht con el objetivo de mantenerse en la máxima categoría después de terminar la liga en decimoséptima posición. El partido marchaba bien ya que ganaban por 0-1. Hasta que en el minuto 89 ocurrió una jugada inverosímil: un gol en propia puerta desde el centro del campo, algo casi imposible de ver.

Los jugadores peleaban por un balón suelto en el centro del campo. Stijn Spierings quiso cortar un ataque del cuadro rival y despejó el balón hacia su propia portería. El portero de su propio equipo pensó que podría tratarse de una cesión y en vez de usar las manos intentó despejar la pelota con la cabeza. Algo que no consiguió y el balón acabó dentro. Una jugada totalmente absurda, no solo por despejar a su propia portería, sino también por parte del guardameta por pensar que le podría pitar cesión. Por suerte para él, su equipo se repuso enseguida de ese tremendo error y terminó ganando el partido por 1-2. Un paso más cerca de seguir en la élite.

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