De la noche a la mañana, Benzema ha logrado cambiar su situación en el Real Madrid. El delantero francés se encontraba atrapado en un bucle de dudas y malas actuaciones que le costaron incluso su sitio en el once pese a la confianza que Zidane siempre ha mostrado en él.

Tocó fondo en abril cuando se quedó sin jugar ni un solo minuto en la vuelta contra la Juventus y volvió a ser suplente en Múnich contra el Bayern -en esta ocasión jugó 23 minutos tras lesionarse Carvajal-. Pero, con la entrada de mayo todo cambió radicalmente y Benzema parece otro.

El cambio radical de Benzema antes de Kiev

DEL BANQUILLO A SER CRUCIAL

Ha pasado de ser relegado al banquillo a ser pieza muy importante para el equipo. El mes de mayo está siendo perfecto para él. Comenzó con su doblete contra el Bayern que le valió el pase a la final al Real Madrid. Aquella noche, su destino dio un giro de 180 grados. En El Clásico, contra el Barcelona, volvió a ser determinante y dio una asistencia a Cristiano. Jugó los 90 minutos en el Camp Nou. Frente el Sevilla, aunque no brilló del todo, sí confirmó su mejoría y que ha olvidado sus dudas pasadas. Volvió a jugar los 90'. Su presencia ha aumentado hasta el punto de jugar 162' de 180' y a un buen nivel.

Aún le quedan dos citas en Liga para seguir confirmándose, aunque lo más probable es que Zidane le de descanso en alguno de estos partidos de camino a Kiev. Ahora su presencia en la final es muy probable, tras meses que hicieron que peligrara seriamente. Es el enganche ideal para Modrid y Kroos, como se vio en El Clásico, y el mejor socio posible para Cristiano. De golpe, ha ganado enteros sobre todo frente a un Liverpool ante el que será crucial dominar el balón. En Kiev, Benzema tendrá la oportunidad de cerrar en lo más alto un mes que ha empezado de la mejor manera.

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