El pasado 22 de febrero el fútbol se tiñó de luto por el fallecimiento de un ertzaina en los aledaños de San Mamés, tras los numerosos disturbios que provocaron los aficionados más radicales del Athletic y el Spartak de Moscú. En su momento, la UEFA ya decidió abrir una investigación para estudiar qué había sucedido y por qué se había producido esa situación, pero ahora, ha decidido ir un paso más allá..

Una vez ha tenido un mayor conocimiento de los sucesos acaecidos, la UEFA ha confirmado un expediente disciplinario para ambos conjuntos, señalando las responsabilidades pertinentes en cada caso. Al conjunto vasco se le achaca una organización insuficiente, que encendiesen bengalas y lanzasen objetos, mientras que a los rusos también se le imputan cargos por el lanzamiento de objetos y el uso de bengalas. Además, a ambos se les acusa también de incidentes en el interior del estadio, lo que podría terminar con sanciones tanto para un club como para el otro.

UNA GUERRA ANTES DEL PARTIDO

La previa de aquel enfrentamiento se convirtió en una batalla campal estremecedora. Bilbao y, más concretamente, San Mamés, fueron testigos de una situación bochornosa que, además, tuvo un final fatídico. El peor de los posibles. La tensión que se vivió durante los instantes previos a la disputa del encuentro fue el causante de la muerte del ertzaina. Así lo confirmó el viceconsejero de Seguridad del Ejecutivo vasco, Josu Zubiaga, quien dijo que el agente no había sido objeto de una agresión directa, sino que el infarto había sido la causa de la muerte.

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