Durante toda la semana previa a la final de la Copa del Rey disputada este sábado 21 de abril entre el Sevilla y el Barcelona se especuló sobre qué pasaría en el estadio Wanda Metropolitano cuando sonara el himno de España.

El temor y la indignación ante unos silbidos independentistas estaba presente, pero finalmente esos escasos pitidos fueron callados de manera magistral. Por un lado, gracias a la afición sevillista, y por otro, a los propios hinchas culés, que cantaron el himno nacional a pleno pulmón.

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