Uno de los nombres propios de la abultada derrota de Argentina ante España la noche del 27 de marzo fue Lionel Messi. El jugador del Barcelona no jugó por molestias físicas, pero vio el partido desde la grada del estadio Wanda Metropolitano. Sin embargo, viendo la humillación sufrida por su selección, el extremo abandonó el recinto antes de que el árbitro pitara el término del encuentro.

Leo Messi abandona el Wanda Metropolitano

La polémica imagen dejó en evidencia al capitán de la Albiceleste, quien está muy lejos de ser el líder que el país sudamericano necesita para volver a tiempos gloriosos. En el lado opuesto se encuentra Cristiano Ronaldo. El jugador del Real Madrid es ídolo nacional de su país, en contraste con la división presente en argentina, y demostró su espíritu nacional en la final de la Eurocopa 2016, donde Portugal venció a Francia.

Pese a que su país alzó el trofeo, el madridista apenas pudo jugar el encuentro decisivo, ya que tuvo que abandonar el terreno de juego en el minuto 25 debido a una lesión. Sin embargo, lejos de marcharse a los vestuarios, Cristiano continuó alentando a su equipo desde el banquillo. Gestos de auténtico líder, que contrastan con los fríos detalles de Messi.

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