El nombre de Gareth Bale está llamado a ser uno de los que acapare grandes titulares en los próximos meses. El galés, tal y como adelantó El Bernabéu, se encuentra moralmente muy tocado después de que fuera otra vez suplente contra el PSG. No quiere ser un mero jugador más y tiene decidido volver a la Premier con la vitola de estrella. La relación entre el futbolista y Zinedine Zidane es fría y distante en estos momentos. Su futuro está lejos de la capital de España y el delantero está convencido de que estos serán sus últimos meses con la camiseta blanca tras haber fichado en el verano de 2013. 

EL MADRID NO VALORARÁ OFERTAS POR DEBAJO DE LOS 100 'KILOS'

A pesar de las lesiones que ha arrastrado en los últimos meses, Bale sigue teniendo un gran cartel en Inglaterra donde ganó el Premio PFA al mejor jugador de la Premier en 2011 y 2013. El Real Madrid es conocedor de ello y no está dispuesto a regalar al de Cardiff. De hecho, el club blanco no valorará ninguna oferta que esté por debajo de los 100 millones de euros. Así que si Bale quiere abandonar la entidad merengue, su representante, Jonathan Barnett, deberá hacer llegar a las oficinas del Santiago Bernabéu una propuesta por encima de esa cifra. 

EL MERCADO MARCA EL PRECIO

A sus 28 años, Bale tiene por delante los mejores años de su carrera siempre que las lesiones les respeten. Zidane ha decidido dar paso a Asensio e incluso Lucas Vázquez por delante del galés en los enfrentamientos contra el PSG y si continúa en el banquillo no existe opción alguna de convencer al galés de que siga una temporada más de blanco. Sin embargo, en un mercado con una gran inflación el Real Madrid sabe que Bale es una pieza codiciada y que si se da su traspaso solo será por una cifra con la que pueda ir a firmar a otro galáctico o bien sufragar parte de un megafichaje como sería Neymar.