El Real Madrid tiene en sus filas a un defensa con alma de delantero. Sergio Ramos, desde su posición de central, tiene un idilio con el gol. Y no con el gol simple, sino con el gol de casta, de lucha y de historia. Siempre aparece para darle al Madrid el empujón necesario para culminar títulos y remontadas épicas. El miércoles fue otra noche más para Sergio Ramos, que con dos testarazos mandó al conjunto merengue a cuartos de final de la Champions.

Con esos dos tantos, igualó a Roberto Carlos como segundo defensa que más goles ha marcado con la camiseta blanca y ya tiene un próximo reto: los 127 de Fernando Hierro. Tarea difícil para el de Camas, pero la palabra límite no existe en el vocabulario de Sergio Ramos si no es para romperlos. Con los dos goles de San Paolo, suma 68, de los cuales 45 han sido de cabeza, quince con la derecha, siete con la izquierda y uno con el torso. Da igual con lo que sea, porque todos los mete con el alma.

El nuevo récord que asoma en el horizonte se antoja lejano. Además, cuenta con una desventaja, y es que Fernando Hierro jugó también en otras posiciones más adelantadas en su carrera merengue, por lo que fue más fácil conseguir esas cifras. Sin embargo, a Ramos le queda fuelle y pólvora para rato y nunca se sabe con el camero. Su promedio este año es de un gol cada 253 minutos. Suma y sigue, capitán.