El Real Madrid debía visitar Balaídos este domingo en una nueva jornada de Liga. Este encuentro pintaba más fácil para el conjunto madridista de lo previsto debido a que el Celta está en plenas semifinales de Copa y se juega la próxima semana en el campo del Alavés el pase a la final tras el 0-0 del partido de ida. 

Este hecho iba a provocar que Berizzo rotase y formase un once con muchos suplentes para evitar lesiones y desgaste físico antes de la vuelta de las semifinales de Copa. Además, el Madrid llegaba al partido con una semana entera de preparación, por lo que estaba mucho más entero físicamente que su rival, que ha jugado entre semana.

Finalmente no se disputará el partido de Liga, y debido a ello, el Celta, y por consiguiente, Barcelona y Sevilla, serían los grandes beneficiados de esta decisión. El equipo de Berizzo, porque puede descansar y preparar sin problemas el partido de Copa ante el Alavés y porque también podrá alinear un once de garantías si el encuentro se juega en marzo o mayo. Por su parte, Barcelona y Sevilla, al ser los inmediatos perseguidores, veían cómo en esta ocasión la visita del Madrid a Balaídos era mucho menos peligrosa, por lo que al jugarse más adelante, sin partidos de Copa entre medias, ven más factible un pinchazo del Madrid que les permita recordar distancias en la clasificación.