El Celta de Vigo consiguió la victoria en el Santiago Bernabéu en la ida de cuartos de final de la Copa del Rey por 1-2, por lo que el Real Madrid necesita ganar este miércoles en Balaídos con un marcador que no sea ni 0-1, ni 1-2 para poder entrar en semifinales. A pesar de las numerosas bajas y el momento que pasa el equipo dirigido por Zidane, existen motivos para creer en la remontada, como señala ABC.

El primero de ellos es el gen ganador que tiene el conjunto madridista. El ADN blanco es muy especial y ese gen emerge con fuerza cuando todo está en contra del Real Madrid. Así, con las razones de que nunca antes ha logrado remontar este resultado en una vuelta de Copa y de que tiene muchos jugadores en la enfermería, es el momento perfecto para que aparezca ese gen ganador.

El segundo motivo es la presencia de Sergio Ramos. El capitán estará presente en el encuentro y es el más decisivo de los jugadores blancos en los últimos minutos. De hecho, sus goles han dado títulos al Madrid en las últimas tres temporadas y en la actual también estuvo más que presente en la Supercopa de Europa y ante el Deportivo y el Málaga en La Liga.

En tercer lugar, pero no menos importante, se encuentra Cristiano Ronaldo, que tiene sus peores momentos de las temporadas en los meses de enero. Este año va por el mismo camino, pero el mes se está acabando y le toca recuperar su forma. El luso llega herido a Vigo por las críticas en el Bernabéu y es el momento perfecto para que reaparezca de cara a portería.

Además, el Real Madrid necesita llevar al límite físico al Celta, campo donde normalmente suele salir ganando el conjunto blanco. Ese es el cuarto motivo para creer en la remontada. Los madridistas necesitan hacer un partido perfecto en ambas áreas, ya que tienen que anotar y conseguir dejar la puerta a cero. Para terminar, el último de estos cinco motivos es el factor campo. El público del Bernabéu está caliente con la racha del conjunto blanco y, jugando fuera de casa, los futbolistas blancos podrán estar mas relajados mentalmente y no con tanta tensión, ya que los pitidos en Balaídos no son tan perjudiciales como los que suenan en el estadio madridista.