Parecía que el Real Madrid Castilla iba a volver a la senda de la victoria. Esa era la sensación del conjunto dirigido por Raúl González en la primera parte frente al Intercity. Sin embargo, todo se desmoronó tras el descanso y el conjunto blanco acabó dejándose dos puntos importantes para acercarse a los puestos de playoff.

El filial blanco tuvo dos caras totalmente opuestas. En los primeros cuarenta y cinco minutos recordó al equipo que estuvo a un paso de ascender a Segunda División, pero la segunda mitad fue propia del nivel que está dando este curso. 

Los de Raúl ofrecieron una cara poco sobria en el dominio del balón pese a haber cambiado el dibujo táctico con tres centrales. Algo que les funcionó a la perfección ya que pasada la media hora de juego ya iban 3-0 en el marcador. Tras los avisos de Palacios y Álvaro, llegaron los siete minutos de tormenta perfecta en los que el Intercity se vio zarandeado a base de goles.

[El Castilla se deja dos puntos ante el Recreativo Granada y se aleja de los puestos de playoff]

Primero el 'Toro' cazando un balón en el área tras una jugada de Nico Paz, en un intento de control con sombrero incluido. Dos minutos más tarde llegaría el tanto de Theo, tras el centro de Obrador, rematando raso y ajustado. Y para culminar la faena, el tercero de los Zidane firmaba el doblete al peinar el centro de un Obrador que estuvo en los tres goles blancos. Partido casi resuelto en el minuto 32 y a esperar una segunda parte tranquila.

Empate inesperado

Tras el descanso el guion del choque cambió por completo. El Intercity no perdió la fe y consiguió empatar un partido que tenía totalmente perdido. Recortó distancias en los primeros compases de la segunda mitad gracias a un tanto de Nsue y a partir de ahí el cuadro alicantino no paró de crecer.

Mario de Luis sostuvo por momentos a un equipo que se caía, pero no pudo evitar que su rival acabara rescatando un punto de mucho valor. Álvaro puso el encuentro en un puño tras anotar un penalti por mano de Nico Paz y fue ahí cuando al Castilla le temblaron las piernas. 

Finalmente, en los últimos minutos llegó el tanto del empate. Llegó con remate potentísimo y ajustado de Guillem que se alojó en las mallas de Mario. No hubo tiempo para más. Ambos conjuntos se repartieron los puntos, pero unos quedaron contentos y los otros con una sensación muy amarga.