El Real Madrid se despidió del XXX Torneo Nacional LaLiga Promises en cuartos de final. El filial merengue, representado por el Alevín A, peleó hasta tener que ser eliminado en una tanda de penaltis. El equipo capitalino, sin embargo, dejó grandes imágenes y muy buenas sensaciones. Pese a su adiós a la competición, los de Roberto Tomás lucharon hasta la última jugada e hicieron sufrir a un experimentado Marcelo.

El brasileño aprovechó el final de las competiciones y su no convocatoria con Brasil para acudir a apoyar a su hijo Enzo, que estuvo presente en la convocatoria del Alevín A en el puesto de delantero. Como un padre más, aunque reconocido en la grada, Marcelo se dejó ver completamente tenso en la tanda de penaltis.

Acostumbrado a tirarlos él, o al menos a vivir los encuentros en el terreno de juego, no pudo calmarse en una tanda de penaltis que además finalizó de la peor manera posible. Sus reacciones durante todos los lanzamientos, como se puede apreciar, no pasaron desapercibidas para las cámaras presentes en el césped. Un gran gesto del capitán merengue y que seguro también sirvió de motivación para el resto de compañeros del Alevín.

Además, el Real Madrid también pudo ver a uno de sus porteros en plena acción. Guille, uno de los dos convocados en el puesto, brilló ante el Sevilla. En una acción pasado el 20 de partido, Guille transformó una acción clara de gol para el cuadro hispalense en un paradón sobre la línea de la portería. Recordando al mejor Courtois, justo a quemarropa, logró mantener el 0-0 en el marcador hasta el final del encuentro.

Buen papel

El conjunto merengue se marcha del torneo sin haber perdido ningún partido a lo largo del campeonato. Y es que de los seis partidos disputados, solo se quedaron sin sumar el triunfo en dos ocasiones. Dos empates que, en el caso de este último en cuartos, se transformó en derrota en una complicada tanda de penaltis.

Antes de caer ante el Sevilla en esa lotería (0-0), el Real Madrid había debutado con un triunfo ante el Celta por un apretado 2-1. Ayman, uno de los mejores goleadores del equipo, se estrenaba en esta ocasión. Siguiendo la fase de grupos, los madridistas superaron también a Cádiz (2-1) y Getafe (5-1). El Villarreal, en la penúltima jornada, sacó un empate a cero.

Los octavos de final se resolvieron con una victoria ante el Valladolid por 2-0 y en esos cuartos ante el Sevilla la suerte no estuvo de su lado. Juan, con cuatro goles, finalizó como el gran representante merengue en el aspecto goleador.

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