Mal comienzo de temporada para Pablo Ramón. El central de la cantera del Real Madrid no está teniendo suerte en estos primeros partidos en el Castilla y no está pudiendo tener la continuidad deseada para un jugador que está en proceso de formación. Raúl González había establecido una idea de juego con tres centrales, con una línea que iban a conformar el mallorquín, Mario Gila y Víctor Chust. Pero primero una expulsión y ahora una lesión impedirán que el técnico blanco pueda jugar con este esquema.

Tanto el club como el jugador han confirmado este martes que sufre una rotura fibrilar en el bíceps femoral. El tiempo de recuperación estimado para el alcance de sus problemas físicos le llevará a no poder volver a jugar seguramente hasta 2021. Si los aplazamientos por los problemas que había tenido la plantilla con el coronavirus estaban siendo ya una traba para que el equipo tuviera continuidad, ahora se encuentra con esta lesión.

Raúl tiene una larga lista de jugadores con problemas físicos. Pedro Ruiz aún no se ha recuperado completamente de la rotura de cruzado que sufrió en una de sus rodillas, mientras que Juanmi Latasa tampoco está listo, ya que sigue arrastrando problemas en uno de sus tobillos. Por su parte, Marvin Park ya está prácticamente listo para volver a la acción, jugador que tuvo un problema físico prácticamente después de debutar con el primer equipo.

Precisamente Pablo había recibido una tarjeta roja en el primer partido del año frente a Las Rozas, que le impidió estar en la derrota contra el Getafe de la segunda jornada. Después, los dos partidos aplazados habían impedido que regresara al equipo antes. Alargó la agonía de estar fuera de los terrenos de juego tres semanas hasta que este pasado domingo volvió a vestirse de corto. Ahora recibe un nuevo palo en forma de lesión que le tendrá mes y medio de baja.

Así es Ramón

Este central viene prometiendo mucho desde hace varias temporadas en el fútbol juvenil español. El Real Madrid lo trajo procedente del RCD Mallorca junto con Xavi Sintes en el verano de 2019 para formar parte del equipo juvenil. Este prominente defensa de 1,84 siempre fue muy valorado en la cantera bermellona por su calidad con los pies, además de la contundencia que se le pide a un zaguero por naturaleza.

Llegó a debutar con el primer equipo del Mallorca a sus 17 años en Copa del Rey, en un partido que perdieron los insulares frente al Real Valladolid. La pareja que conformó durante la temporada pasada con Chust convenció de una manera inusual a la dirección deportiva, concretamente a los encargados de la cantera. Vieron en esta pareja una interesante dupla de futuro. Ahora Raúl, como ya hizo en la Youth League, buscaba que tuvieran esa primera experiencia en el fútbol profesional en el Castilla. Para el mallorquín tendrá que esperar hasta el 2021.

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