El Real Madrid Juvenil A de Raúl González busca llegar a la primera final de la historia del club en la Youth League. Antes tendrá que superar al RB Salzburgo, campeón de esta competición en 2017, que tiene en sus filas a otra generación financiada por la factoría Red Bull que quiere seguir los pasos de la expectación generada este último año por Erling Haaland.

Los blancos se han encontrado con este muro hasta en tres ocasiones. El Juvenil ha llegado en todas las ediciones que se ha disputado de esta competición a los cuartos de final, pero nunca a la gran final. Primero fue el Benfica de Guedes, después el PSG y, de nuevo, el conjunto portugués con Joao Felix a la cabeza. Eso sí, ninguno de los verdugos consiguió levantar el trofeo.

Raúl buscará el reto que ningún otro entrenador ha conseguido. La demostración de fortaleza mental y de calidad que ha quedado patente tras las victorias ante la Juventus y el Inter de Milán respaldan la apuesta que ha hecho la leyenda madridista. A pesar de perder a algunos jugadores importantes con respecto al comienzo de la competición porque han salido del club, ha conseguido reemplazarlos con argumentos de la siguiente generación.

Generaciones como la de Marcos Llorente, ahora fuera del club, la de Borja Mayoral o la de Fede Valverde, Óscar Rodríguez y Achraf Hakimi se quedarían a las puertas de conseguir tocar la gloria en la Champions juvenil. Siempre había un pero que impedía que pudieran demostrar lo que todos ellos han demostrado cuando han saltado a profesionales: que tienen una calidad para liderar a los mejores equipos del continente.

Raúl, la diferencia

Pero si hay algo diferente con todas esas generaciones es el banquillo. Todo un campeón de la Champions League, goleador histórico y capitán durante años; con esas credenciales busca Raúl el que sería su primer gran éxito en los banquillos. Después de desarrollar una carrera casi perfecta, sólo se le resistieron los títulos a nivel de selecciones, su prometedor estreno como entrenador encontraría en esta competición la confirmación de que la apuesta del Real Madrid por su figura es una garantía.

Los jugadores de una generación que comprende a jóvenes nacidos entre el 2000 y el 2002 están más que encantados por contar con un consejero como Raúl. El técnico no solo les machaca con asuntos tácticos. Su experiencia en el club sirve de guía para todos y cada uno de ellos. Mientras ellos dan sus primeros pasos importantes, tener detrás a una leyenda de la entidad supone conocer cómo es ese futuro incierto ante el que cualquier juvenil se enfrenta antes de saltar al profesionalismo.

Pero también es para estos mirlos una responsabilidad el hecho de querer hacer triunfar a Raúl. Todos ellos están convencidos de la forma de plantear cada entrenamiento y cada partido que tiene el preparador. Escuchan, atienden y se hace entender. La fórmula de tener a una figura con mil batallas en el fútbol profesional y con el semblante que acompaña al eterno '7' del Real Madrid es un plus de motivación para todos estos chicos.

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