Quien lo ha visto y quien lo ve. Cristo González está firmando un final de temporada inimaginable para cualquier aficionado hace unos meses. El atacante canario llegó al Castilla desde el Tenerife el pasado verano con el cartel de joya. Sus primeros partidos en el filial del Real Madrid fueron muy prometedores, partiendo desde la banda izquierda y mostrando toda su calidad.

CONFIANZA

Sin embargo, Santiago Solari optó por colocarle como delantero centro, posición en la que, a priori, no lograba destacar. Pese a lograr marcar algunos tantos, su físico liviano le impedía pelear con los veteranos y aguerridos defensas centrales de la Segunda División B española. Pero el técnico argentino no perdió la confianza en Cristo, dándole hasta 32 partidos para disputar -es el tercer jugador con más encuentros disputados esta temporada, tan solo por detrás de Luismi Quezada y Jaume Grau, ambos con 33-.

GOL

Y poco a poco, el atacante de veinte años le ha ido dando la razón a su entrenador. Cristo ha aprendido a moverse en el área como pez en el agua, realizando desmarques perfectos y ahogando a las defensas rivales con una presión alta asfixiante. Y finalmente ha logrado encontrar la senda del gol. Tras dos meses sin ver puerta, marcó ante CercedaFuenlabrada y, el pasado miércoles 25 de abril, Toledo. Tras partidos consecutivos viendo puerta que le han valido para firmar, hasta la fecha, ocho goles, erigiéndose como máximo goleador del equipo por delante de Dani Gómez, que suma seis dianas.

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