Tras el partido ante el Cerceda, último clasificado en el grupo de Segunda División B, y tras cosechar una importante victoria moral para los pupilos de Solari, resalta un nombre por encima de otro. Ese es el de Cristo González. El tinerfeño, que arrancó la temporada bastante dubitativo en cuanto a su nuevo rol en el campo, está viendo como en base a su innegable calidad está solventando con creces sus minutos de juego. 

El jugador acumula a lo largo de toda la temporada seis tantos. Si bien es cierto que es la apuesta firme de Solari para la punta del ataque en el filial madridista, el jugador no escatima en recursos para lucirse y poder llevar los tres puntos a la Ciudad Real Madrid.

ANTECEDENTES

Prueba de su calidad se puede observar en el último encuentro ante el Cerceda. El jugador madridista saldó su participación con un soberbio golazo para finiquitar el encuentro. Sin embargo, fueron numerosas las ocasiones que erró, ante la desesperación del público asistente.

La posición de nueve puro que desempeña en el presente curso no le beneficia del todo en cuanto a su juego, pues necesita sus espacios para poder elaborar las jugadas. Prueba de ello es la preocupante sequía goleadora del jugador desde septiembre a diciembre, donde no vería puerta en ninguna ocasión. Tras el parón por Navidades, fue en el encuentro disputado ante el Valladolid B donde el isleño se desquitó y consiguió por fin estrenar su cuenta anotadora.

NIVEL DE MERCADO

Precisamente por esta irregularidad manifiesta en cuanto a la capacidad resolutiva de cara al gol, pero innegable calidad y buen juego de Cristo, se ve experimentado un auge bastante notable en cuanto al valor de mercado. El jugador ha pasado en dos años casi a doblar su coste en el mercado, hasta situarse en los 500.000 euros, según el portal especializado Transfermarkt.

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