El Real Madrid venció sin muchas complicaciones al MoraBanc Andorra en la segunda jornada de la Liga Endesa. El equipo de Pablo Laso empezó a romper el encuentro antes del descanso y acabó por desnivelar la balanza en la tercera manga con Adam Hanga como gran protagonista. Los locales apretaron con su afición, pero no lograron recuperar la distancia. [Narración y estadísticas: MoraBanc Andorra 58-86 Real Madrid]

El combinado merengue había tenido ciertas dudas en el debut liguero. Y enfrentarse al MoraBanc Andorra, con público suficiente en la grada local, iba a permitir medir el nivel de adaptación de una plantilla novedosa como la de Laso. El inicio no pudo ser mejor y el conjunto madrileño se marchó con un 0-10 de parcial que no aventuraba una noche muy igualada. Yabusele en el triple y Tavares en la pintura obligaron a Ibon Navarro a parar el encuentro tras tres minutos.

El cuadro andorrano intentó responder y logró frenar la sangría. Hannah aprovechó la velocidad de juego que lucía en el parqué y gracias al acierto en el perímetro el conjunto local apretó hasta el 12-16. La grada hacía su trabajo y a falta de dos minutos había opciones de llevarse la primera manga. Sin embargo, sería Williams-Goss quien aprovechara el mal balance defensivo para cerrar el primer cuarto con un 14-21.

La velocidad no disminuyó durante la segunda manga, aunque la anotación sí que se frenó de forma notable. Andorra se sentía cómoda pese a la diferencia en el luminoso y el Real Madrid, en un ritmo que le queda como anillo al dedo, se marchaba al 20-28 con un triple de Sergio Llull. Sería un momento clave, pues pese a los intentos de Diagné por mantener la igualdad, Alocén consiguió hacer valer ese +8 con el que se cerraría la primera mitad. Un 30-38 que dejaba opciones en el cuadro local, pero que confirmaba que el Real Madrid ya había metido una marcha más.

Hanga rompe el partido

La defensa merengue estaba cómoda y solo faltaba ese extra a la hora de mover el balón en ataque. Un punto de superioridad que se concretó tras el paso por vestuarios, cuando Adam Hanga se vistió de anotador compulsivo hasta catapultar al Real Madrid a las máximas del partido. El húngaro con tres triples llevó el marcador al 34-47. Jelinek intentaba frenar el ritmo, pero el equipo blanco estaba desatado.

Tavares machacó y puso por primera vez el +16. Resultado suficiente para que Ibón Navarro pidiera tiempo muerto. Sin embargo, tras reanudarse el juego la realidad era imposible de modificar. Heurtel la clavaba en el perímetro y el Real Madrid sentenciaba el encuentro en el tercer cuarto con un 44-64 que dejaba pocas opciones para soñar con la remontada en el bando andorrano.

Los únicos que tenían licencia para soñar eran los aficionados del Real Madrid, que tras una Supercopa ganada y un debut liguero con victoria, por fin veían la mejor versión de los suyos. Los de Laso, más compactos y con todo el equipo conectado en el parqué, demostró el nivel que pueden alcanzar en una temporada que esperan sea histórica.

No quedaba nada que resolver en los diez minutos finales. Yabusele castigó mostrando su potencial tanto cerca del aro como en el exterior. Williams-Goss aprovechó las pulsaciones del encuentro. Y Andorra, paralizado, no pudo más que intentar frenar una masacre en la pista. El triunfo estaba decidido: el Real Madrid había conquistado Andorra.

MoraBanc Andorra 58-86 Real Madrid

MoraBanc Andorra: Hannah (8), Miller-McIntyre (2), 'Drew' Crawford (2), Amine Noua (6) y Moussa Diagne (10) -quinteto titular-; 'Tunde' (2), Conor Morgan (3), Jelínek (7), Oriol Paulí (6), Sergi García (8), Mario Nakic (2) y Víctor Arteaga (2).

Real Madrid: Heurtel (5), Causeur (5), Hanga (12), Yabusele (12) y 'Edy' Tavares (15) -quinteto titular-; Jeff Taylor (5), Llull (5), Williams-Goss (10), Poirier (8), Vukcevic (3), Rudy Fernández (-) y Carlos Alocén (6).

Parciales: 14-21 | 16-17 | 14-26 | 14-22

Árbitros: Òscar Perea, Rafael Serrano y Joaquín García González. Eliminado por cinco faltas personales Miller-McIntyre -MoraBanc-.

Incidencias: Polideportivo de Andorra. 1.500 espectadores