Una temporada inimaginable hace unos meses. El Real Madrid vagaba en la irregularidad más absoluta. La situación dejaba un aroma difícil de asumir. Un hedor que no auguraba una buena cosecha. Pero nada más lejos de la realidad. El carácter de este equipo es inagotable. Un campo del que no deja de brotar garra y entereza a la par que talento puro. Esto es el Real Madrid de Pablo Laso. Una oda al baloncesto y al trabajo.

La campaña de los blancos ha sido prácticamente pluscuamperfecta. Lejos de emular la gesta de la temporada perfecta, cuando arramplaron con todos los títulos y rivales que se ponían en su camino. Pero han cerrado la campaña ganando dos de los entorchados más importantes. Uno contra el todopoderoso Fenerbahce del sempiterno Obradovic y otro contra el siempre combativo Baskonia. Incluso rozaron con los dedos la Copa del Rey, pero un error arbitral y un primer tiempo para olvidar les alejaron de ella. Y todo esto, en un año con mil y una desventuras.

ENFERMERÍA LLENA

Durante gran parte de la temporada, el Real Madrid ha tenido que lidiar contra los más grandes de Europa con una plaga de lesiones. Las bajas mermaron la inacabable rotación merengue. La primera fue la de Llull. Los corazones merengues se encogieron cuando el de Mahón caía entre profundos quejidos de dolor en el amistoso de preparación del Eurobasket con España. La primera puñalada se clavaba en la espalda de un equipo que quería pelear con todo. El mejor jugador de Europa no jugaría hasta bien entrado 2018.

Pero no fue la única. Y es que, durante fases de la temporada, los de Pablo Laso han tenido hasta un quinteto de jugadores en el dique seco y, además, que bien podría ser el cinco inicial del equipo. Sin embargo, pese a las adversidades, el Real Madrid se sobrepuso y tiró de la garra que le caracteriza para 'colarse', primero, entre los ocho mejores de Europa y, después, entre los cuatro para acabar derrotando a CSKA y Fenerbahce en la Final Four de Belgrado para levantar la ansiada Décima.

El Real Madrid, campeón de la Euroliga 2017/18

LARGA VIDA AL 'LASISMO'

Pese a las constantes intentonas, el Real Madrid y Pablo Laso seguirán por la senda ganadora. El vitoriano ha vuelto a hacer historia. Ha rubricado otro año para el recuerdo que ha concluido con unos playoffs de ACB prácticamente perfectos. De no ser por el primer partido de la serie ante Baskonia, los merengues hubieran firmado un 8-0.

Laso con los títulos del Real Madrid

Pero el ciclo ganador del Real Madrid no cesa. El vitoriano ha implantado una dictadura y no sólo en España, sino también en Europa. Una tiranía construida bajo los cimientos de un núcleo que no se ha tocado y que no ha tenido ningún pudor a la hora de acoger a nuevos compañeros. Así todo es más fácil. Un triunfo más del trío formado por Laso, Alberto Herreros y Juan Carlos Sánchez.

UN EQUIPO

Los madridistas han demostrado que son una verdadera familia. Un término que resaltan en todas y cada una de las declaraciones que realizan los jugadores. Eso dice mucho del vestuario que dirige Pablo Laso. Nadie es capaz de derrumbar ese núcleo, pero todos son capaces de adaptarse.

Ni siquiera los cantos de sirena provenientes de la galaxia NBA que ha sufrido Luka Doncic han sido capaces de truncar la andadura de un impasible Real Madrid. Algo que es muy difícil de atajar, porque para un chico europeo de 19 años es algo inexplicable. Pero, aún así, se han sobrepuesto para poner la guinda a la Euroliga con otro entorchado liguero.  Y los que llegarán, porque esto no acaba aquí. Esto no deja de ser un punto y aparte. Eso sí, a partir de ahora, la exigencia del Madrid les invita a luchar desde ya por todos los títulos en liza para la campaña siguiente.

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