La mayoría de nosotros nos hemos encontrado en algún momento ante una situación en la que decidir si reparar nuestro teléfono que está averiado o sufre un fallo o comprar uno nuevo. Hay casos en los que nos podemos plantear llevarlo a reparación, mientras que en otras ocasiones no vale ya la pena y es mejor comprar un teléfono nuevo en su lugar.

¿Cómo saber si merece realmente la pena o no? Si tenemos en cuenta una serie de factores, es posible que nos resulte mucho más simple saber si merece la pena reparar un teléfono averiado o no. Así, poder tomar esta decisión será algo más simple y que realicemos teniendo toda la información necesaria para ello.

Garantía y seguro

Uno de los primeros aspectos a tener en cuenta en este sentido es comprobar si el teléfono está aún en garantía o no. Supone una gran diferencia en caso de querer llevar a reparar este dispositivo, porque los costes pueden ser menores en muchos casos, y en función del fallo incluso gratuitos, si no somos los responsables de dicho fallo o avería en el móvil. Por eso, se recomienda siempre comprobar esto en primer lugar. Sobre todo en caso de un teléfono reacondicionado.

Si se trata de un fallo o avería del que no somos responsables y el móvil está en garantía, lo llevamos entonces al servicio técnico del fabricante. Son ellos quienes tienen que reparar un teléfono averiado en este tipo de situaciones, sin que suponga un coste para nosotros (puede que solo el envío nos cueste dinero). Pero no es algo a lo que podamos recurrir si la pantalla se ha roto porque hemos hecho un mal uso del teléfono o se ha caído, este tipo de averías no quedan cubiertas.

Hay usuarios que apuestan por un seguro para su teléfono. Es una opción bastante popular, sobre todo en teléfonos dentro de la gama alta. A priori suena como una buena opción, que da una protección adicional para el dispositivo, aunque en la práctica la situación no siempre es ideal. Ya que muchas veces no cubren determinadas averías, haciendo que el usuario tenga que pagar dinero por dicha reparación, en caso de querer hacerla.

Si tienes un seguro y estás pensando reparar un teléfono que se ha averiado, comprueba si dicho seguro cubre esta reparación por ese problema en concreto que tienes. En el caso de que estés pensando asegurar tu teléfono, porque te acabas de comprar uno, es importante leer qué tipo de problemas o averías cubre, para saber si realmente te compensa pagar por ello.

Antigüedad del teléfono

Es habitual que nos cuestionemos si debemos reparar un teléfono averiado. Sobre todo si es un teléfono que hemos estado usando un tiempo y estamos muy satisfechos, pero la antigüedad juega un rol determinante. Puede que sea un móvil Android con el que llevas ya un par de años, que has usado mucho ya y que incluso no recibe ya actualizaciones. ¿Merece la pena realmente repararlo?

Nos tenemos que preguntar si nos compensa pagar por dicha reparación, ya que un teléfono que tiene ya un tiempo no está en garantía. Así que dicho coste puede ser más elevado de lo deseado, haciendo que tal vez no compense dicha reparación. También preguntarnos si un nuevo teléfono nos puede aportar algo mejor o nuevo, puede ser un factor decisivo. Ya que un teléfono que tiene un par de años de antigüedad puede que no tenga determinadas funciones, como sensor de huellas o sus cámaras sean peores, por ejemplo.

La antigüedad puede tener también influencia en la reparación en sí. Reparar un teléfono que lleva pocos meses en el mercado puede ser más simple, porque todos los componentes van a estar disponibles. En el caso de un teléfono que tenga ya un par de años, puede ocurrir (no es algo siempre seguro) que haya alguna pieza que sea más complicada de conseguir. Así que supone un riesgo en dicha reparación, además de un posible coste adicional.

Si tenemos también datos sobre dicho coste de la reparación, es un aspecto que nos ayudará a decidir. Una reparación demasiado costosa para un teléfono que ya ha cumplido su ciclo no es algo que merezca la pena. Puede que nos vaya a compensar más comprar un móvil nuevo en este caso.

Tipo de avería

Por supuesto, otro aspecto a tener en cuenta cuando se quiere reparar un teléfono es el tipo de avería. Los problemas que un teléfono puede experimentar son de lo más variopintos. Si bien suele haber ciertos problemas o averías muy comunes, sobre todo con la pantalla del dispositivo (desde golpes, roturas o que deje de funcionar) y la batería es otro aspecto que también suele generar problemas entre los usuarios.

Hay averías cuya reparación puede ser más simple y vaya a tardar menos, mientras que otras son más complejas. Cuánto más compleja sea la reparación en cuestión, mayor será el coste que tenemos que pagar por ella. Algo que puede hacer que nos pensemos dos veces si realmente queremos reparar el teléfono. Hay todo tipo de reglas y recomendaciones en este caso, sobre cuándo debemos realmente reparar un teléfono averiado o no.

Conocer el coste de la reparación por adelantado es posible en muchos casos. Esto nos va a permitir tomar una decisión más informada y ver si realmente nos interesa pagar por ella. Si reparar un teléfono averiado te va a costar la mitad o incluso más de lo que te cuesta comprar un móvil nuevo, puede que no sea la mejor opción, especialmente en el caso de un teléfono que ha cumplido ya con creces durante un par de años.

Tipo de teléfono

Antes hemos hablado de la antigüedad del dispositivo, que es un factor decisivo, pero tampoco podemos olvidarnos del tipo de teléfono que tenemos. Ya que es algo que puede determinar de manera clara el coste de dicha reparación. Sobre todo si se tiene un smartphone que se puede sumergir o es resistente al agua, que suelen ser más complejos de reparar.

Hay teléfonos que son muy fáciles de reparar, algo que podemos ver en muchos casos gracias a páginas como iFixit. Si sufrimos un problema en un modelo de estos, entonces ya sabemos que la reparación sería simple y que el coste sería menor, además de tardar menos en estar listo. Pero no todos los teléfonos destacan por ser fáciles de reparar.

Por eso, en función del móvil que tengas y sus especificaciones o funciones adicionales, puede que te encuentres con la sorpresa de que dicha reparación es especialmente cara o compleja. Si a esto le suman otros asuntos como la antigüedad, puede provocar que tomes la decisión de que reparar dicho teléfono no merece realmente la pena.