No existe una palabra mas malsonante para un usuario de Android que «fragmentación«. Es como que te recuerden que pasaste por un accidente: los recuerdos asociados no suelen ser buenos y es mejor cubrirlos bajo la alfombra. Esta es la actitud que ha tomado Google respecto a la división de su mercado hasta hace bien poco. Lo que no se habla no existe, y por eso cada versión de Android incluía tremendas novedades a costa de marginar a buena parte de los usuarios que contaban con dispositivos no compatibles.

Pero parece que los tiempos han cambiado. Google ha presentado una gran cantidad de novedades que serían merecedoras de una nueva versión de Android, pero han encontrado la manera de hacerlas disponibles para la gran cantidad de dispositivos del mercado. Aún así, esto no quita que pronto tengamos mas noticias de una nueva versión numérica del sistema operativo, pero en todo caso desde Google se adivina un cambio de mentalidad hacia el desarrollo de su sistema operativo, una mentalidad que aúna respeto por los usuarios sin dejar la visión innovadora de la compañía.

«Android todavía es un bebé» dice David Burke, director de ingeniería de Google. Y como todos los bebés, cuenta con un gran potencial de lo que será capaz de hacer en el futuro, de las innovaciones que será capaz de mostrar al mundo. Pero, ¿cómo seguir innovando sin dejar atrás al mercado? 

«Eso es algo en lo que pensamos mucho. Y estamos trabajando internamente para mejorar el desarrollo y crear software en forma de capas»

Esa es la clave de la nueva filosofía de creación del sistema operativo Android, la estratificación del software. Esto se ve claramente cuando nos damos cuenta de que la mayoría de las novedades presentadas en el Google I/O estaban asociadas a Play Services, una capa que se encarga de hacer el trabajo sucio que le manda el programador a través de la API. Esta capa viene incluida en todos los sistemas Android a partir de 2.2 Froyo.

Burke asegura que gracias a esta manera de lanzar actualizaciones, los fabricantes acelerarán el desarrollo de actualizaciones para sus dispositivos, ya que no tendrán que hacer frente al coste (horario y monetario) de introducir y probar estas mejoras. El objetivo último es garantizar una de las señas de identidad de Android (su personalización y el apoyo de los fabricantes) al mismo tiempo que se elimina la que posiblemente sea su mayor falla.

Pero eliminar la fragmentación no es tan fácil como estandarizar elementos o añadirlos en forma de capa. El hardware también tiene gran parte de culpa, ya que de nada sirve hacer disponibles nuevas características si el móvil en el que está instalado no puede hacerlas correr. El resultado es que muchas de las apps nuevas no pueden correr en dispositivos de gama baja, o en aquellos que se venden en mercados emergentes.

Para solucionarlo, Android será mas eficiente a partir de ahora, con el objetivo de poder ejecutar apps sobradamente en móviles de gama baja. Esta eficiencia mejorada bien podría venir al eliminar elementos innecesarios, o en cambio gracias a mejorar la gestión de los recursos disponibles. Aún no lo sabemos, pero lo que es seguro es que afectará a todos los usuarios. De hecho, gracias a esto está mas cerca el momento en el que podamos decir que Android es un sistema totalmente fluido sin necesidad de tener un modelo como el Nexus 4. Para eso se inició el proyecto Butter.

«Hicimos muchos progresos en Jelly Bean, pero queda mucho que hacer»

Como suele decirse, este es solo el comienzo. Podemos llamarlo un nuevo camino, o también podemos decir simplemente que es otra manera de andar. De cualquier manera, no podemos esperar a ver los frutos de esta filosofía.

Fuente | CNet