Cuando probé los Samsung Galaxy Note 10 por primera vez ambos modelos me dejaron muy buenas impresiones, pero tuve claro ya en ese instante que el más pequeño ofrecía mayor atractivo. Sí, es verdad que la versión plus tiene una cámara más, una batería más grande y ve ampliada la resolución de pantalla así como su diagonal, pero en un mundo de móviles tan enormes, lo sorprendente era que un Note, gama que nos abocó a las pantallas gigantes, diese un paso atrás consiguiendo así dos pasos adelante.

Tener el Samsung Galaxy Note 10 en la mano no solo ofrece sensación de calidad y solidez, también se hace muy manejable a pesar de que el móvil no es pequeño. En un mundo donde los móviles más caros sobrepasan con creces las dimensiones contenidas, el Samsung Galaxy Note 10 es una gran sorpresa para el día a día. Y sin prescindir del S Pen, por supuesto.

A lo largo del análisis iré desgranando todo lo que me ha parecido este smartphone. Mi historia con la gama es larga: he tenido en propiedad varios de los Galaxy Note. Su evolución fue notoria en todos sus aspectos ya que el modelo actual apenas tiene pegas más allá del precio, que sigue siendo exagerado. Eso sí, las pegas son más difíciles de tolerar dada la categoría del teléfono.

Características del Samsung Galaxy Note 10

No es ninguna sorpresa que Samsung implementase lo mejor de su catálogo de componentes en el Samsung Galaxy Note 10. Incluso mejoró el procesador Exynos de la generación anterior, los Samsung Galaxy S10; logrando con ello más potencia y un menor consumo. El resto del hardware camina por la senda de la excelencia: desde su excelente pantalla Dynamic AMOLED a su trío de cámaras traseras.

A continuación tienes la hoja técnica del Samsung Galaxy Note 10:

  • Pantalla:
    • Tecnología Dynamic AMOLED con certificación HDR10+ y 1200 nits de brillo.
    • Resolución FullHD+ (2280 x 1080 píxeles, 401 ppi).
    • 6,3 pulgadas en ratio 19:9.
  • Rendimiento:
    • Samsung Exynos 9825 fabricado a 7nm.
      • CPU: 2 núcleos a 2.8 GHz, 2 núcleos a 2.4 GHz y 4 núcleos a 1.8 GHz.
      • GPU: Mali-G76.
      • Unidad neuronal para IA.
    • 8 GB  de memoria RAM DDR4X.
    • 256 GB [Note10] de almacenamiento UFS 3.0.
    • Sin espacio para tarjeta SD (solo en el Note 10+).
  • Cámaras:
    • Frontal:
      • 10 Mpx con apertura f/2.2 y autoenfoque con 80º de angular.
    • Traseras:
      • Cámara principal (77º de angular) de 16 Mpx con apertura variable entre f/1.5 y f/2.4, autoenfoque y estabilizador óptico. Dual Pixel.
      • Cámara gran angular (123º) de 12 Mpx con apertura f/2.2 y autoenfoque. Dual Pixel.
      • Cámara telefoto de (45º de angular) de 12 Mpx con apertura de f/2.4, autoenfoque y estabilizador óptico. Dual Pixel.
    • Conexiones:
      • Puerto de carga (25 W) y datos (USB 3.1) con conector USB-C.
      • Zona de carga inalámbrica Qi en la parte trasera:
        • Capaz de cargar el móvil a 15 W.
        • Capaz de cargar otros móviles y accesorios a 9 W.
      • Compatibilidad con Ethernet con un adaptador USB-C y WiFi a/b/g/n/ac/ax (Wi-Fi 4/5/6). Wi-Fi Direct. ANT+. NFC. Bluetooth 5.0.
    • Tamaño:
      • 151.0 x 71.8 x 7.9 mm.
      • 168 g.
    • Versión de Android: 9 Pie con One UI (se actualizará a Android 10 con One UI 2.0).
    • Batería: 3500 mAh.

Gran inmersión con un diseño que se aprovecha del agujero en pantalla

Samsung no abandona el uso del aluminio para el cuerpo de sus mejores teléfonos, tampoco la doble cara de cristal curvado. Con ambas curvas se crea un canto afilado en los laterales sin que llegue a ser exagerado. En este sentido, la pantalla no se curva en exceso; por más que mantenga los típicos inconvenientes de este tipo de paneles: variaciones de color en los extremos y falsos toques al agarrarlo. Esto me parece bastante molesto: por más que active la opción de minimizar los toques fantasma, estos se siguen produciendo.

Las pantallas curvas poseen sus defensores y detractores. Yo me quedo en el terreno medio ya que no les veo ni excesivas ventajas ni demasiados inconvenientes (más allá de los falsos toques). Aun así, Samsung tampoco consigue exprimir los bordes por más que puedan utilizarse para las notificaciones con iluminación de la pantalla Edge o para lanzar aplicaciones.

La pantalla es curva en los laterales, pero no llega a ser exagerada

Más allá de los bordes curvados, el Samsung Galaxy Note 10 se agarra muy bien, es cómodo en la mano, sorprende por su ligereza y es muy delgado. Utilizarlo no entraña dificultad, incluso con una mano: sus dimensiones son perfectas, al menos para mi gusto. Y si hace falta extraer el S Pen, el Note 10 también se maneja perfectamente con ambas manos.

Una de las mayores molestias para mí es tener todos los botones en el lado izquierdo. Samsung prescinde del botón dedicado a Bixby (bien) para situar esta función en el botón de encendido (ni fu ni fa) colocando dicho botón en el lateral izquierdo, bajo los botones de volumen (mal). Es cuestión de acostumbrarse por más que yo no haya terminado de conseguirlo: a menudo he de buscar con la vista la situación del botón ya que mi primer instinto es buscarlo en lado derecho. Además, para apagar el Samsung Galaxy Note 10 no basta con pulsar el botón de encendido (mal) porque entonces salta Bixby: hay que mantener pulsados los botones de encendido y volumen abajo. Entonces aparece el menú de apagado.

Los bordes derechos del teléfono aparecen limpios, igual que la parte superior; donde se encuentra la bandeja para la doble SIM. Como decía, en el borde izquierdo se sitúan los tres botones físicos. Y en la parte baja vemos el USB C, la salida del altavoz externo y la joya de la corona: el S Pen o Stylus. El lápiz sobresale ligeramente del contorno para facilitar su extracción: basta con pulsar para que salte el mecanismo del S Pen, como ocurre con los bolígrafos retráctiles. Sacar y poner el stylus no entraña inconvenientes, tampoco riesgos: no se puede colocar al revés.

Por detrás también hace gala de una extrema limpieza que solo se ve interrumpida por la triple cámara trasera en la esquina superior izquierda y el logo de Samsung en el centro del tercio superior. El conjunto de objetivos no sobresale mucho del cuerpo del teléfono, por lo que apenas cojea si el móvil está boca arriba sobre una superficie lisa.

El Samsung Galaxy Note ofrece protección contra el polvo y el agua IP68. Su gama de colores va desde el clásico negro hasta el arco iris que tengo yo, el color denominado como Aura Glow. Personalmente no me gusta ya que los reflejos son excesivos (hacerle fotos al teléfono es una odisea, también deslumbra horrores al hacer fotos). Sí es cierto que nunca sabes qué color va a reflejar, algo que es muy llamativo. Y tiene otro inconveniente notorio: las huellas se quedan en la cara trasera como si estuviesen invitadas a una fiesta. Y cuesta mucho que se vayan, como ocurre en las fiestas.

Gran potencia de serie y con almacenamiento rápido y de sobra

Como acostumbra a ocurrir en sus modelos clave, el Note 10 protagonista de este análisis, así como el Samsung Galaxy Note 10+ (mi compañero Iván lo analizó aquí), incorpora el mejor procesador Exynos. No es el único SoC de estos modelos ya que Samsung mantiene el Snapdragon 855 en Estados Unidos y otros territorios muy concretos. En términos de potencia bruta, gasto energético y rendimiento en juegos, los dos procesadores no deberían de llevarse demasiada diferencia; por más que el Snapdragon saque algo de ventaja.

No me he topado con ralentizaciones, lags entre apps ni retrasos apreciables en el lanzamiento de los juegos: en todo momento he visto fluido al Samsung Galaxy Note 10. Es perfecto para cualquier uso y viene preparado para funcionar casi sin descargar nada: Samsung incorpora una tonelada de aplicaciones y servicios, seguramente demasiados. Pese a la pesadez de software, el hardware se mueve a la perfección.

Llegados a este punto, toca exprimir a fondo el rendimiento para extraer su jugo en forma de números. Para ello, he elegido las cuatro pruebas de benchmark más habituales: AnTuTu, Geekbench, 3D Mark y Androbench. Debes tener en cuenta que la versión de Geekbench utilizada es la 5: esta arroja una puntuación mucho más baja que Geekbench 4.

El Samsung Galaxy Note 10 es un móvil caro, esto es indiscutible. A cambio, Samsung añade una capacidad más que decente:  de base. UFS 3.0; con memoria RAM DDR4X de 8 GB. El conjunto consigue una gran rapidez sin que existan muchas limitaciones en el espacio. Eso sí, con una pega: el Samsung Galaxy Note 10 no tiene espacio para tarjetas SD. La bandeja doble SIM con SD Card queda reservada para el modelo superior, el Note 10+.

Arrancando juegos el móvil es una delicia, también visualizando cualquier contenido multimedia o aplicación, por pesada que sea. Todo en unas dimensiones muy contenidas, lo repetiré varias veces a lo largo del análisis.

Samsung sabe hacer pantallas. Y se nota

No es novedad que los móviles más caros de la marca incorporen las mejores pantallas que pueden probarse en un smartphone. Samsung repite con la tecnología Dynamic AMOLED de los Galaxy S10 con un panel de 6,3 pulgadas Infinity-O que se ve empañado por el recorte para la cámara frontal. Dicho recorte, que es un agujero en el centro, es mínimo: ni molesta ni se nota pasados los primeros segundos. Además, Samsung aprovecha muy bien el área de estado ya que las notificaciones se aprecian sin complicaciones.

Samsung reduce la resolución desde los 2K+ de los Galaxy Note 10+ 10 al FHD+ del Note 10 normal. Siendo sincero, lo cierto es que no se aprecia una pérdida notoria con la reducción: la pantalla se ve espectacular en todas las condiciones y con independencia del ángulo de visión. Por el coste del dispositivo quizá sí debería incluir mayor resolución de pantalla, pero no es algo que vaya a penalizar en el uso. Además, contribuye a una reducción del consumo.

Es nítida, con un altísimo contraste, los colores se ven de fábula y sin que Samsung sature el panel de serie (sí se puede saturar desde la configuración). La pantalla ofrece HDR+ y un brillo altísimo de 1200 nits. Esto facilita enormemente el uso del móvil en la calle: se ve a la perfección incluso aunque le incida el sol directamente. Y la respuesta táctil se mantiene al nivel, con las pegas de los falsos toques debido a los bordes curvados.

La pantalla del Note 10 no solo se ve bien, también aprovecha perfectamente el frontal

Aparte de la tecnología propia del panel, el Samsung Galaxy Note 10 se reserva el sensor ultrasónico de huellas que ya vimos en los Galaxy S10. Su funcionamiento ha mejorado bastante: la lectura es rápida, la precisión es muy buena (hay que repetir la lectura muy pocas veces) y es sumamente fiable, también seguro. Dicha seguridad se complementa con el reconocimiento facial, un elemento que, por contra, no es 100 % seguro. Aun así, yo suelo complementar ambos bloqueos: por huella y con la cara. Dependiendo del momento es más cómodo un sistema o el otro.

No hay que temer por la batería: su autonomía es más que suficiente

Una de las dudas al apostar por el Samsung Galaxy Note 10 más contenido es si aguantará toda una jornada encendido. La respuesta es un sí rotundo: el móvil ofrece un día y medio de manera habitual y con un uso corriente. Yo no he tenido problemas al sacarlo de casa: con la batería cargada por la mañana, he regresado al caer el sol manteniendo más de un 40 %. Eso sí, con los juegos la autonomía cambia mucho ya que el Note 10 aumenta el consumo de manera notable al hacer uso de toda la potencia de procesamiento. Apenas se calienta, eso sí, ni siquiera cargándose.

Quizá no tenga tanta batería como su hermano, pero este Note 10 tampoco se agota a las primeras de cambio

Samsung ha aprendido de los errores, de eso no hay duda: el Note 10 no ofrece riesgos a pesar de que incluye carga rápida de 25 W con un cargador capaz de revivir el teléfono por completo en poco más de una hora. Con media ya tiene más que suficiente para una jornada: pese a que el Note 10 no es compatible con la carga superrápida de 45 W que sí posee el Note 10+, con el cargador que incluye en la caja se basta y se sobra para ofrecer una grata experiencia.

A continuación tienes las cifras de carga del Samsung Galaxy Note 10 con su cargador original:

  • 5 minutos: 9 % de batería.
  • 10 minutos: 20 % de batería.
  • 20 minutos: 38 % de batería.
  • 30 minutos: 54 % de batería.
  • 50 minutos: 80 % de batería.
  • Total: 1 hora y 17 minutos.

Aparte de la carga con cable, el Samsung Galaxy Note 10 dispone de carga inalámbrica rápida de hasta 15 W. Y Samsung no se olvida de la carga inalámbrica inversa ya que ofrece esta posibilidad en el protagonista de nuestro análisis: puede cargar a otros móviles con tecnología Qi con solo pegarlos espalda con espalda. Este sistema también es apto para otros accesorios de Samsung, como los auriculares Galaxy Buds o los relojes inteligentes de la marca.

Sonido exquisito, compatible con WiFi 6 y sin conector de auriculares

El sonido es un elemento que se encuentra muy cuidado en este teléfono: el Note 10 se escucha de fábula, tanto da que se utilicen auriculares Bluetooth como con cable. Sí, es verdad que carece de puerto de auriculares, algo sorprendente en una marca que alardeaba de mantenerlo en la gama más alta, pero siempre existe la opción de utilizar un accesorio para el USB C o utilizar unos auriculares con este puerto. El Samsung Galaxy Note 10 no incluye un adaptador a jack de 3,5 mm, sí unos auriculares AKG de gran calidad.

Los auriculares AKG incluidos en la caja ofrecen una alta calidad de sonido

Es compatible con sonido en alta resolución, ofrece una gran riqueza auditiva con sonido equilibrado, el refuerzo de graves no es exagerado y el sistema dispone de diversos ajustes con los que personalizar el audio. Además, es compatible con Dolby Atmos, tanto en vídeo como también para la música y juegos. Es uno de esos móviles que disfrutarán quienes escuchan su biblioteca de música en unos buenos auriculares.

Aparte de con auriculares, el Samsung Galaxy Note 10 ofrece un excelente sonido estéreo a través de sus dos altavoces. En la parte baja del dispositivo se encuentra el altavoz externo principal; con un altavoz secundario en la zona superior del frontal que consigue una gran inmersión en la reproducción de contenido multimedia. El audio externo tiene suficiente potencia y no distorsiona a máximo volumen. Se escucha muy bien.

El Samsung Galaxy Note 10 dispone de Bluetooth 5.0, tiene WiFi de doble banda y es compatible con WiFi 6; posee el pertinente NFC y su propia sistema de pagos (Samsung Pay); se posiciona de manera precisa y muy rápida gracias a la compatibilidad con GPS, GLONASS, Beidou y Galileo; e incluye DeX para facilitar la conexión del teléfono con una pantalla para así utilizar un sistema similar al de escritorio.

Samsung Dex en un ordenador Mac

El Samsung Galaxy Note 10 (y Note 10+) estrenan una funcionalidad para llevar DeX al ordenador: basta con instalar la aplicación de escritorio (PC y Mac), conectar el móvil por USB y el sistema DeX se trasladará al ordenador para arrancar desde allí aplicaciones móviles o trasladar documentos entre ambos dispositivos, por ejemplo.

¿Es el S Pen la mejor excusa para comprar un Note 10? Seguramente no, pero ofrece un excelente servicio

La pantalla grande y el stylus incorporado eran las dos señas de identidad de la familia Note. Con unas pantallas que fueron creciendo en los móviles normales hasta superar a los propios Note, está claro que uno de los términos del binomio carece de sentido. Ahora bien: ¿el S Pen es capaz de mantener el dominio del dispositivo entre el resto del catálogo de Samsung? Yo tengo mis dudas.

El lápiz es uno de esos elementos que sueles utilizar los primeros días y que, una vez te acostumbras, no sueles recordarlo más que para hacer unos garabatos en los instantes de aburrimiento. Esto no implica que no ofrezca utilidad y que no resulte imprescindible para aquella persona que realmente utilice el móvil para escribir o dibujar a mano alzada, porque Samsung ha conseguido una simbiosis exquisita entre pantalla, software y stylus. Por eso, hay que valorar el uso del S Pen antes de cuestionarse la compra del Samsung Galaxy Note 10.

A pesar de que el protagonista de este análisis es el móvil más contenido, todas las funciones del S Pen, y el propio lápiz, son idénticas a las que incluye el hermano mayor. El lápiz queda perfectamente escondido en la parte baja del móvil y solo sobresale ligeramente para poder pulsar sobre el extremo y retirarlo. El mecanismo es sólido y efectivo.

Como acostumbra Samsung, el S Pen ofrece un conjunto de herramientas para aumentar la productividad del teléfono. Notas a mano alzada, traductor, selector de pantalla para extraer texto o capturar una porción, permite la escritura a mano alzada, enviar mensajes animados y, como estreno en el Note 10, también resulta posible dibujar en el aire gracias a los dibujos AR. Es una curiosidad que no tiene demasiado recorrido.

Lo mejor del S Pen es escribir a mano alzada, también hacer fotos a distancia

En el Samsung Galaxy Note 9 se introdujo el S Pen con Bluetooth para realizar fotos a distancia o pasar diapositivas de una presentación. Esto se mantiene en el Note 10; mientras se añade otra posibilidad: los Gestos S Pen. Gracias a ellos, podemos descender en una página web o pasar de canción, por ejemplo: basta con mantener pulsado el botón del lápiz y trazar el gesto deseado. Son bastante complicados de hacer y muy pocas las aplicaciones compatibles, la mayoría de Samsung. El uso más útil que yo le he encontrado es para disparar fotos a distancia: para eso es infalible; por más que no sea nuevo, que estaba en el Note 9.

El S Pen posee suficiente batería como para estar más de una hora dibujando o escribiendo. Para esto funciona muy bien: tomar notas con el teléfono, y grabar lo que se dice a la vez, es el arma definitiva para las conferencias, eventos y entrevistas (doy fe). Más allá de aquí, corre el riesgo de convertirse en un accesorio anecdótico: pese a que su potencial es enorme, el uso del móvil con un lápiz entorpece en ciertra medida la manera más habitual de utilizarlo.

One UI se mantiene como alma del Samsung Galaxy Note 10 y pronto actualizará a Android 10

Samsung aún no ha distribuido de manera estable (tampoco en beta) la actualización a Android 10 con One UI 2.0, por lo que, al menos de momento, el teléfono se mantiene en Android 9 pie y One UI 1.0. En este sentido, el software ofrece la ya clásica pesadez de la capa de Samsung mientras parte de serie listo para la gran mayoría de tareas. Una cosa por la otra.

Como suelo destacar cada vez que toca analizar un teléfono, que la capa se ajuste o no a cada persona depende de sus gustos. A mí me atrae One UI por más que tenga dos inconvenientes bastante graves: ofrece demasiado software añadido y gran parte de las apps y servicios permanecen activos en segundo plano incluso aunque no vayan a utilizarse nunca. La autonomía es muy buena, pero estoy convencido de que, si se pudiera desactivar el software no utilizado, se ganaría alguna hora de batería.

El Samsung Galaxy Note 10 lo tiene todo para entretener, divertir y para trabajar. Aplicaciones propias a tutiplén (muchas podrían considerarse bloatware, como las de Microsoft y Facebook), una enorme cantidad de opciones incluidas, ajustes para personalizar la interfaz y la pantalla, dispone de un modo oscuro de enorme calidad (muy recomendable), la interfaz está adaptada al uso con una mano, el software propio del S Pen añade un gran extra a todo el conjunto… En definitiva: con el Note 10 tienes más software del que necesitas. Aunque, si no es suficiente, también ofrece su propia tienda de apps: Galaxy Store.

Samsung ha adaptado muy bien todas las facetas del usuario dentro del Galaxy Note 10. Apps para el ocio, una  gran reserva de software para la productividad y también se destaca el juego. Con Game Launcher no hace falta buscar los juegos uno por uno: todos quedan centralizados en el lanzador. Además, resulta posible potenciar el teléfono, grabar la partida y hasta compartirla en tiempo real. A pesar de que el Note sea un icono de la productividad, eso no quita que también destaque en el terreno gamer. Además, su sistema de refrigeración interna mantiene alejado al calor incluso durante largas sesiones de juego.

Grandes capacidades fotográficas, pero un poco por debajo de lo esperado en un Note

Si antes destacaba que el Samsung Galaxy Note 10 se especializa en juego, productividad y entretenimiento, no puedo dejarme por el camino otro de los aspectos donde también brilla: la fotografía. Cuando un móvil supera los 900 euros debe darlo todo por ser el mejor en cada categoría. Y en la captura multimedia queda algo por detrás de sus competidores más directos.

A grandes rasgos, el móvil mantiene el mismo hardware fotográfico que el Samsung Galaxy S10 lanzado hace siete meses. Esto es un abismo de tiempo para la gama más alta de teléfonos; por más que resulte imposible afirmar que el Note 10 haga malas fotos. Su rendimiento general es bueno con aspectos donde saca sobresaliente, como es la grabación de vídeo. A Samsung se le atraganta el modo retrato y también el procesado: a menudo se pierde mucho detalle por el camino, también los colores con media y baja iluminación no terminan de corresponderse con la realidad.

Hablemos de números. El Samsung Galaxy Note 10 incorpora una triple cámara trasera con un sensor principal de 16 Mpx con apertura dual f/1.5-f/2.4, amplitud de 77 º, posee estabilizador óptico y Dual Pixel; la cámara ultra panorámica es de 12 Mpx, ofrece 122 º de amplitud, dispone de apertura f/2.2 y también es Dual pixel; el tercer sensor posee un teleobjetivo con óptica 2x, es de 12 Mpx, incluye estabilizador mecánico y su apertura es f/2.4.

Por su parte, la cámara frontal se abre paso a través de un agujero en pantalla ofreciendo imágenes de 10 Mpx con apertura f/2.2 y amplitud de 80 º. El agujero es pequeño, lo que también limita las posibilidades del sensor. Esto se nota en sus fotografías.

El sensor principal es el más efectivo de todos ya que suele resolver la mayor parte de escenas. Sus imágenes ofrecen una buena autenticidad de color, el rango dinámico está al nivel con un HDR que suele funcionar, el nivel de detalle en fondos es aceptable, el rango dinámico sale bien parado y su funcionamiento con baja luz tampoco entraña demasiadas quejas.

El gran angular permite captar escenas más amplias con la contrapartida de la deformación en los extremos. Samsung ofrece una corrección para estas imágenes que tiene un funcionamiento muy correcto: suele arreglar el exceso de distorsión, al menos en edificios (con personas es otro cantar). Es un sensor con mucho menos detalle y sufre especialmente por la noche.

El teleobjetivo es capaz de ofrecer un zoom óptico 2x que se apoya en el estabilizador mecánico para evitar las trepidaciones en el enfoque. También sufre mucho con la caída de la iluminación y tiende a crear acuarelas que son visibles con un poco de zoom. Además, Samsung combina esta cámara con la principal (o gran angular) para ofrecer lo que llama Enfoque dinámico, una manera de realizar el efecto retrato con bokeh configurable por apertura. Samsung tiene mucho que mejorar en este punto ya que sigue sin aplicar suficientemente bien el recorte sobre personas. Eso sí, el Enfoque dinámico es muy útil para desenfocar objetos, también mascotas.

El software de captura se mantiene a un excelente nivel. Distintos modos incluidos que se pueden seleccionar desplazando la pantalla hacia los laterales, también aprovecha para mejorar la detección de escenas por Inteligencia Artificial. Posee un modo Pro muy completo con el que se pueden ajustar manualmente todos los valores de captura, incluida la apertura dual del sensor principal. No es que se consiga mucho con esto, apenas se logra una pizca extra de exposición y muy poco bokeh natural (la distancia focal de un objetivo móvil es demasiado pequeña). Además, incluye Focus peaking en el enfoque manual y puede guardar fotos en RAW.

Los selfies con la cámara frontal son aceptables apreciándose las acuarelas casi a simple vista. Incluye distintos modos de belleza, permite realizar fotos en solitario o en grupo a fuerza de recortar o no la imagen (la amplitud del objetivo es de 80 º) y también permite el desbloqueo facial si se configura dentro de las opciones de seguridad.

A continuación tienes una muestra de cámara del Samsung Galaxy Note S10: pulsa en la imagen para acceder a la galería en Google Fotos.

La grabación de vídeo sigue siendo de lo mejor en este Samsung Galaxy Note 10. Grabaciones de gran calidad, muy bien equilibradas en términos de color y de rango dinámico, con animaciones fluidas y tremendamente estabilizadas. Al ya de por sí estabilizador mecánico de imagen, muy útil para evitar las trepidaciones de los objetivos, se une el modo Superestable. Gracias a él, el móvil realiza una segunda estabilización aprovechando el software y el registro a una resolución más alta de la seleccionada en el vídeo; consiguiendo resultados que impresionan.

El Samsung Galaxy Note 10 graba como máximo a 4K y 60 fps; excepto en el modo superestable, que su resolución se reduce a 1080p y 30 fps. Además, el móvil incluye grabación en cámara superlenta (hasta 960 fps en 720p), en cámara rápida y añade vídeo dinámico para variar el desenfoque de fondo con previsualización directa en pantalla. Tampoco olvida la grabación en HDR: el Samsung Galaxy Note 10 es compatible con grabación de vídeo en HDR10+. Eso sí, de momento en pruebas.

El más pequeño es el mejor Note que puedes comprar

Quizá no tenga cuatro cámaras traseras o no posea resolución 2K para la pantalla, pero el Note 10 «normal» es, a mi gusto, la mejor elección si lo que buscas es lo mejor actualmente del catálogo de Samsung (el Fold es inalcanzable y poco recomendable). Es muy cómodo de utilizar, realmente versátil, ofrece una experiencia de juego soberbia y no se amilana ante las tareas de productividad, con independencia de las que sean. Quizá al apartado fotográfico le hubiese venido bien a una mejora, pero no hay duda de que, aun así, sigue haciendo buenas fotos. Y es todoterreno.

Tener todos los botones en el lado izquierdo es uno de sus mayores inconvenientes, también el hecho de que no venga configurado para apagarse con solo mantener pulsado el botón de encendido. La cara trasera de mi modelo no termina de entusiasmarme, tanto por el color como por la retención de las huellas. Y que Samsung haya cambiado de opinión en lo que respecta a la toma de auriculares en sus modelos más exclusivos me parece una mala decisión: quizá el USB C y el Bluetooth sean más que suficientes, pero el hecho de dar marcha atrás hace que Samsung sea un poco menos confiable.

Resulta muy difícil cansarse del Samsung Galaxy Note 10, es uno de esos teléfonos que no solo acompaña, también regala una enorme cantidad de buenas sensaciones. Para mi gusto, es uno de los móviles más equilibrados y avanzados que pueden adquirirse hoy día. Y sin que haya que sufrir pantallas enormes: el equilibrio de tamaño, prestaciones y exclusividad conseguido es de nota.

Por último, está claro que una de las principales pegas es el precio: pagar 959 euros por el teléfono no es algo que esté al alcance de cualquiera. Por fortuna, y como suele ocurrir con los móviles de Samsung, el Note 10 irá descendiendo de precio en los próximos meses; por lo que será muy recomendable si lo consigues por debajo de los 700 euros. Aun así, es un gran teléfono para lo que cuesta actualmente: no hay otro móvil que ofrezca una mejor experiencia con un stylus. Esto es un gran valor por más que no todos se lo reconozcan.