Error

Dentro de la nueva familia Xperia X de Sony, el Sony Xperia X Performance es el modelo de más alta gama. Tras haber probado a fondo el Xperia X, el modelo más equilibrado de este catálogo, en esta ocasión hemos estado utilizando el Xperia XP («P» de Performance), el teléfono que encabeza la apuesta de la compañía japonesa por el mercado de la telefonía móvil en 2016.

Bajo su diseño de metal, el Sony Xperia X Performance se resume sobre el papel en una pantalla de 5″ Full HD, un procesador Snapdragon 820, 3 GB de RAM, 23 megapíxeles en la cámara principal, Android 6.0.1 Marshmallow y una batería de 2.700 mAh. Hasta ahí una teoría a la que tampoco merece la pena que dediquemos más tiempo; dado que estamos aquí para hablar de sensaciones e impresiones, echemos un vistazo a cómo es en la práctica el Xperia XP en este análisis a fondo.

Sony Xperia X Performance

8,0
  • Pantalla de 5"
  • Snapdragon 820
  • Cámara de 23 Mpx
  • Batería de 2.700 mAh
  • 3 GB de RAM
  • 32 GB de Almacenamiento
  • Peso: 164 g
  • Dimensiones: 143,7 x 70,4 x 8,7
  • Resolución de 1.920 x 1.080
  • Más especificaciones Menos especificaciones
PVP 699€
Comprar
109,95€
Comprar
Nos gusta
  • Excelente pantalla
  • El diseño metálico
  • Rendimiento que no admite quejas
No nos gusta
  • La aplicación de cámara
  • Lo irregular de la autonomía
  • ¿Y el USB de Tipo-C? ¿Y la grabación 4K?

Sony Xperia X Performance, análisis y opiniones de cada apartado

Xperia XP (Performance), diseño

Diseño metálico, tamaño relativamente contenido, un diseño en la línea de los Xperia Z… así es el Sony Xperia X Performance

Sin ánimo de extendernos demasiado en el apartado del diseño, comenzaremos diciendo que el Sony Xperia X Performance se presenta con un acabado completamente metálico. En la parte de atrás el teléfono tiene una cubierta de metal con acabado cepillado, mientras que en los laterales el acabado metálico presenta un diseño liso. La unidad que hemos estado probando tenía una carcasa de color plata, pero Sony también distribuye este móvil en un acabado negro y otro dorado.

Nada más sacar el Sony Xperia X Performance de la caja, lo primero que llama nuestra atención es que en la parte frontal del teléfono (más o menos a la izquierda de la cámara frontal) encontramos una pegatina con una «N». ¿Y a qué viene eso? Resulta que este año el sensor de NFC de los Xperia X está albergado en la parte frontal, lo que quiere decir que para conectarnos a algún dispositivo por Bluetooth tendremos que apoyar el teléfono por el lado de la pantalla. Un pequeño detalle que merece la pena destacar, sin más.

El X Performance no es ni de lejos el móvil más delgado o más ligero del mercado, pero en la mano se siente muy cómodo, y tiene una forma que encaja muy bien en la palma de la mano

Ni 165 gramos corresponden a un teléfono que se pueda considerar ligero ni 8,6 milímetros de grosor permiten hablar de un móvil delgado. Aunque en la mano se siente cómodo, el X Performance no deja de ser un móvil grueso y algo pesado frente a sus competidores (Galaxy S7, 7,9 mm / 152 gramos; Huawei P9, 7 mm / 144 gramos; HTC 10, 9 mm (¡!) / 161 gramos).

¿Y en la mano, qué tal se siente el Sony Xperia XP? Muy cómodo, personalmente me gusta cómo encaja la esquina curvada de la carcasa en la palma de la mano, y diría que ese pequeño detalle ofrece una sensación extra de seguridad al utilizarlo con una sola mano. En cualquier caso, cualquiera que venga de un phablet estará de acuerdo en que sujetar un móvil de cinco pulgadas con una mano no tiene ningún misterio. En cuanto a la discutible posición del botón de volumen, cuestión de gustos; a mí, personalmente, a los pocos días ya no me incomodaba.

Si inspeccionamos el diseño un poco más a fondo, veremos que en el lateral derecho están los tres botones físicos (el de encendido (en el apartado de «Rendimiento» hablaré de su funcionamiento), el de volumen y el de cámara), mientras que en el lateral izquierdo tenemos la bandeja (no es una tapa como tal, ya que la protección está unida a la bandeja, así que si tiramos de la tapa sale toda la pieza) que alberga la ranura nanoSIM y la microSD. En la parte inferior está la salida microUSB (¿y el Tipo-C, Sony? Ejem, ejem…), y en la superior la salida de audio.

El Xperia X Performance, visto en detalle: lateral izquierdo, parte superior, lateral derecho (2) y parte inferior

Pero si hay un detalle del apartado del diseño del Xperia X Performance que merece un buen tirón de orejas ese es, desde luego, el diseño de la bandeja de la tarjeta microSD. ¿Por qué hemos pasado del Xperia Z2, en el que podíamos retirar la tarjeta microSD sin tener que sacar obligatoriamente la tarjeta telefónica, a un X Performance en el que si queremos retirar la tarjeta de memoria externa tenemos que asumir que el móvil se reiniciará? No es ni el primer ni el último móvil que comete este fallo (en mi opinión lo es, es un fallo), pero eso no justifica nada.

Por otra parte, también cabe decir que el Xperia X Performance mantiene la resistencia al agua y al polvo IP68 que tantos años lleva incorporando la gama Xperia Z.

Pantalla

Pero ya es suficiente de hablar de diseño, ¿verdad? (Más adelante me permitiréis que vuelva a tocar algún que otro apartado del aspecto del Xperia XP, pero será de forma puntual). Hablemos ahora de la pantalla. El Xperia X Performance está encabezado por un panel de cinco pulgadas (¿soy el único al que le sorprende la estrategia de mantener un tamaño de pantalla idéntico en toda la familia Xperia X, a diferencia de los Z5 (5,2 en el Z5, 4,6 en el Z5 Compact y 5,5 en el Z5 Premium)?), y se trata de una pantalla IPS LCD que alcanza la resolución Full HD (1.920 x 1.080 píxeles).

Con el paso del tiempo he llegado a la conclusión de que una resolución Full HD es más que suficiente en una pantalla de 5 pulgadas, así que en ese sentido no le pido más al Sony Xperia X Performance

A estas alturas del cuento ni se me pasa por la cabeza pedir algo más que una resolución Full HD en una pantalla de cinco pulgadas. A no ser que tengáis vista de águila, y ni así, la diferencia entre los 1.920 x 1.080 y los 2.560 x 1.440 píxeles en una pantalla tan «pequeña» (en un mundo dominado por los phablets, cinco pulgadas ya se han convertido en un tamaño pequeño) es absurda. Absurda porque el ojo humano no sería capaz de diferenciarlas, y absurda porque supondría un consumo de batería disparatado.

Dicho esto, puedo resumir mi experiencia diciendo que la pantalla del Sony Xperia X Performance se ve muy bien. Y no interpretéis ese «muy bien» como una descripción banal, porque esa es realmente la expresión que mejor representa tanto mi reacción como la de todas las personas de mi círculo que han echado el guante a este terminal.

Muy bien en interiores, muy bien en exteriores, buenos ángulos de visión… no tengo quejas sobre la calidad de la imagen de la pantalla de este teléfono

La pantalla tiene unos colores muy vivos (que venga activado de serie el modo de imagen de «X-Reality» ayuda mucho a transmitir esa sensación, claro está), y ver películas o jugar a títulos como CSR Racing 2 es una experiencia visual muy interesante. El brillo máximo, por su parte, ofrece uno de los niveles más altos que he probado últimamente, de manera que no he tenido problema alguno al utilizar la pantalla en exteriores.

En cuanto a los ángulos de visión, cabe decir que los ángulos de visión del Xperia X Performance están por encima de la media. Por mucho que he girado la pantalla de un lado a otro, no conseguido ver esa pizca de dualidad de colores azul/amarillo que sufren muchos móviles al girar la pantalla (azul al forzar el ángulo de visión desde la izquierda y amarillo al hacerlo desde la derecha).

Lo que sí me parece absurdo es que Sony haya tomado la decisión de poner unos marcos minúsculos en el Sony Xperia XA dejando que en el Xperia X Performance, que en dinero contante y sonante cuesta casi el doble, los marcos laterales de la pantalla sean más gruesos. ¿Qué ha pasado ahí, Sony?

Y ya que antes he mencionado algo sobre los modos de imagen, cabe decir que este teléfono -tal y como ya nos ha acostumbrado Sony desde los primeros modelos de la familia Xperia Z- tiene tres modos de imagen: Desactivado, X-Reality y Modo súper vívido. Los dos últimos son los que retocan el contraste de la pantalla para ofrecer una imagen algo más «agresiva», y personalmente el que recomendaría para un uso cotidiano es el más moderado, el de X-Reality.

Cámara

Qué mejor forma de empezar a hablar de la cámara de un móvil que proponiendo un juego. La imagen interactiva que vais a ver a continuación incluye dos fotografías tomadas exactamente en el mismo lugar y en el mismo momento (con una diferencia de pocos segundos entre una y otra). Una imagen ha sido tomada con un iPhone 6S Plus, mientras que la otra ha salido del Sony Xperia X Performance que estamos aquí analizando. ¿Cuál pensáis que corresponde a cada móvil? Lo resolveremos al final del artículo, pero probad a deslizar la barra que aparece en el centro de la fotografía.

Y otro acertijo más, esta vez con un plano mucho más cercano.

Pero, antes de resolver el misterio, hablemos del sensor Exmor RS de 23 megapíxeles que incorpora la cámara principal del X Performance. Estamos ante una cámara que en la teoría presume de enfoque híbrido, un sensor f/2.0, un objetivo de gran angular de 22 milímetros y un enfoque de 0,3 segundos.

Tiene puntos discutibles, pero en líneas generales la cámara del Xperia X Performance me ha transmitido buenas sensaciones, y diría que las fotografías que he conseguido inmortalizar así lo demuestran

¿Y en la práctica? Partimos de la base de que el Sony Xperia X Performance tira unas fotografías nítidas, con unos colores muy acordes a la realidad y, en resumen, un resultado que en cualquier móvil de gama media nos haría terminar aquí mismo el repaso al apartado de la cámara. Pero no estamos ante un gama media, sino ante un teléfono que a sus futuros propietarios les va a suponer un desembolso de más de 500 euros, y que las fotografías sean nítidas es algo que simplemente se da por hecho.

Analizadas en detalle, las imágenes que he conseguido hacer con el X Performance (todo en modo automático, exactamente tal y como viene el teléfono de serie) admiten cierta discusión. Las sombras siguen siendo un hueso duro de roer para el procesado de Sony, y la cámara no siempre acierta a ajustar el contraste para conseguir iluminar zonas que en la realidad sí se aprecian perfectamente a la luz del sol. Los tonos pastel tampoco faltan a la cita de vez en cuando, y cuando lo hacen pueden llegar a destrozar por completo las instantáneas.

Sony todavía tiene alguna asignatura por recuperar en septiembre en el apartado del procesado de las imágenes; casi lo ha conseguido, pero todavía no está lista para pasar de curso

En la línea de los matices por pulir en la cámara que Sony arrastra desde hace tiempo, el procesado de las imágenes sufre en ocasiones de importantes altibajos. Y para muestra esta fotografía tomada con el X Performance y esta otra tomada con un iPhone; mirad el árbol de la izquierda, ¿a cuento de qué viene ese tono pastel en las ramas de la primera imagen, la que ha sido tomada con el Xperia XP (aquí y aquí lo podéis ver más en detalle)? Y no es que la cámara se moviera durante la toma, ya que la ráfaga de tres fotografías que tengo de esa misma escena comparte el mismo problema.

Pero una cosa son las sensaciones que me hayan transmitido a mí las fotografías y otra las que podáis tener vosotros. Por ello, ahí van las imágenes tal y como salen del teléfono tras las fotografías, en su formato original. De cerca, de lejos, en interiores, en exteriores…

Cámara del Sony Xperia X Performance

La cámara del Sony Xperia X Performance está a la altura para competir contra los mejores móviles del mercado, pero no es candidata a ocupar el primer puesto de la tabla

En comparación a otros móviles de alta gama, diría que la cámara del X Performance destaca en las fotografías de objetos a poca distancia, mientras que en las imágenes a media-larga distancia en exteriores queda ligeramente por detrás de su competencia. Podría competir en un TOP 3, sí, pero estoy seguro de que la de este móvil no sería la cámara ganadora (sí destacaría en fotografías de objetos a poca distancia, pero en una prueba general perdería puntos en otras escenas).

En cuanto a la aplicación de cámara que viene instalada por defecto en este terminal, tengo que decir que no me ha gustado lo más mínimo. Con las buenas aplicaciones de cámara que Sony ha estado introduciendo en los Xperia Z hasta el Xperia Z3, parece que desde el Z5 la compañía ha caminado hacia una aplicación que, en mi opinión, es mucho más tosca, antigua y menos práctica. Y no nos olvidemos de la grabación 4K, la cual también desaparece en esta aplicación.

En la aplicación de cámara no faltan los habituales modos de imagen: Efecto de AR, Sound Photo, Adhesivos, Cara en la foto, Timeshift…

La cámara en sí funciona estupendamente (enfoque rapídisimo (con seguimiento automático de los objetos), disparo casi instantáneo, un zoom decente…), pero la interfaz de la aplicación no me transmite nada. Lo que veis a la izquierda de la captura son los diferentes modos de imagen, y os garantizo que navegar por ese menú se hace muy difícil, parece que la zona de pulsación es minúscula.

Y ya que estamos metidos en harina dentro del apartado multimedia, por qué no hablar también del sonido. En este terminal nos encontramos con unos altavoces estéreo (uno encima de la pantalla y otro debajo), y tengo que decir que ofrecen un rendimiento espectacular, tanto en volumen como en nitidez. Además, si os consideráis unos sibaritas del sonido, dentro del menú de Ajustes podréis encontrar incontables opciones para ajustar la calidad del sonido (esta, esta y esta son un ejemplo).

Rendimiento

Por mi parte, el rendimiento del Xperia X Performance no admite ninguna queja: está a la altura de lo que me esperaría de un móvil de alta gama

En la parte del rendimiento no merece la pena que me exceda juntando letras por la sencilla razón de que puedo resumir mi experiencia diciendo que el Sony Xperia X Performance funciona de una forma muy, muy fluida. Lo que lleva dentro es un Snapdragon 820 respaldado por 3 GB de RAM, y a estas alturas por todos es bien sabido que una combinación así deja poco lugar para las sorpresas. Y, sin que sirva de precedente, en este caso diré que en ningún momento he echado de menos los 4 GB de RAM que sí me hubiera gustado ver en otros modelos de alta gama.

De los 32 GB de memoria interna (ampliable por microSD de hasta 256 GB) que trae el móvil, 12 están ocupados de fábrica por el sistema operativo. A pesar de ello, sigue siendo un espacio más que decente para el día a día, por lo que raro sería que se nos quedara corto (y, en caso de problemas, ahí está la ranura para las tarjetas de memoria externa).

Y no me olvido de que prometí hablar más en detalle sobre el lector de huellas. Funciona bien, y aunque es de pulsación (además de apoyar el dedo tenemos que pulsar el botón para que el teléfono reconozca la huella), he estado cómodo durante todo el tiempo que llevé encima el móvil. Que esté ubicado a la derecha ya es cuestión de gustos; a mí, personalmente, me gusta más que los lectores ubicados en la parte trasera (y menos que los que están integrados en el frontal).

Interfaz

Una interfaz bonita, práctica y con muchos años de mejoras a su espalda; así es, en mi opinión, la capa de personalización de este teléfono

La de los Xperia ha sido, es e imagino que seguirá siendo una de las capas de personalización que más me gustan en el mercado Android. En el Sony Xperia X Performance, Sony se apoya en Android 6.0.1 Marshmallow para dar vida a una capa fluida, práctica y madura. Todos los fallos que pudiera tener en anteriores móviles de la familia Xperia Z han quedado disueltos al echar el guante a esta interfaz.

En cuanto a aplicaciones instaladas de fábrica, la primera sorpresa nos la encontramos a los pocos segundos de arrancar el teléfono por primera vez: el teclado de SwiftKey viene activado por defecto. También encontramos Spotify, Kobo eBooks, AVG Protection o Linkedin (todas ellas se pueden deshabilitar).

Pero hay un detalle que hará saltar chispas entre los seguidores de esta marca: el Xperia X Performance no tiene Radio FM. Sony era de las pocas marcas que respetaba esta característica en sus móviles, pero en este buque insignia parece que ha decidido que ya es hora de desprenderse de una aplicación nativa de radio que no consuma datos.

Autonomía

Ay, la batería. Han sido tan variados los resultados que me ha ofrecido la batería del Sony Xperia X Performance que no sabría ni cómo definir la experiencia. La autonomía depende demasiado del uso que se le da al móvil, y no tiene punto medio: o es capaz de superar de sobra el día y medio de uso sin necesidad de recurrir a los modos de STAMINA, o a media jornada ya nos empieza a caer sudor frío de la frente al ver que a la batería le queda un 20%.

El problema de la batería del Xperia X Performance no es que dure más o menos, sino que simplemente es irregular en el día a día

Pero no os equivoquéis: no es tanto que los 2.700 mAh de batería del Xperia X Performance se queden algo cortos para un uso intensivo, sino que es lo irregular del consumo de la batería lo que realmente me ha dejado con una rara sensación. Las tres o cuatro horas de pantalla he podido alcanzarlas sin problemas (en buena parte de los días eran más tres que cuatro), pero al salir de casa rara vez descartaba la idea de llevarme la batería externa a modo de recurso de emergencia. En la gran mayoría de ocasiones no la necesité, pero es el mejor ejemplo de la sensación que me ha transmitido la batería de este móvil.

Sabiendo lo mucho que cuida Sony el apartado del software, doy por hecho que bastará alguna actualización de sistema operativo para solventar y equilibrar esta disparidad en el consumo de la batería. Eso quiero pensar. Además, con los modos de STAMINA podemos obtener ese pellizco extra que podríamos necesitar para superar la jornada de uso. Ah, y ahí está también la carga rápida del Quick Charge 2.0 para echarnos un cable cuando lo necesitemos.

Sony Xperia X Performance, conclusión de todas las opiniones

Y así llegamos hasta el final de la review del Sony Xperia X Performance. Aunque pueda dar la sensación de que me he ensañado en algunos apartados, no os equivoquéis: el X Performance es un gama alta con todas las de la ley, y precisamente por ello no tiene derecho a cometer el más mínimo error. Si Sony quiere venderlo por 700 euros, no le queda más remedio que asumir que cualquier detalle es más que suficiente para arrasar en la crítica.

¿Y con eso qué quiero decir? Que aunque la cámara hace unas fotografías de calidad, en ocasiones deja demasiado espacio para los «peros«; que aunque los modos de STAMINA y la carga rápida ayudan a disimular el problema, la batería tiene trabajo de optimización por delante -la ausencia del USB Tipo C es casi un delito-; que aunque el diseño es excelente, ese grosor solamente se justificaría con una enorme batería… la pantalla y el rendimiento, en lo que a mi opinión respecta, sí alcanzan el notable.

A la pregunta de si recomendaré este móvil en los próximos meses, lo único que puedo decir es que el Sony Xperia Z5 se puede comprar ahora mismo por 399 euros. Hasta que el Xperia X Performance no baje de los 699 euros que cuesta ahora mismo, creo que mi respuesta es evidente. En cuanto el precio se acerque más hasta los 450 o 500 euros, el asunto será bien diferente.

P.D.: En el apartado de «Cámara», en la primera imagen la fotografía tomada con el Sony Xperia X Performance es la de la izquierda; en la segunda imagen, también es la de la izquierda.

P.D. 2: Quitar la Radio FM, eso es lo que no te perdono, Sony.