Durante los últimos años hemos visto grandes movimientos en la industria del smartphone. Marcas que parecían intocables como Nokia o Blackberry han tenido que sucumbir a la tendencia del mercado y acabar adoptando Android.

Otro gran caído del mercado del smartphone podría ser Microsoft, compañía que está en pleno proceso de renovación, y que para nada nos sorprendería que acabasen apostando por un móvil Android. ¿Tendría sentido esto? Analizamos esta curiosa posibilidad.

Microsoft, la derrota y las nuevas oportunidades de negocio

Antes de la llegada de iOS; y posteriormente Android; Microsoft vivía muy acomodada en el mundo de las PDA con Windows Mobile. Era una época donde parecía mentira que los móviles pudiesen superar al PC como centro de nuestra vida digital, y donde conceptos como la nube o la inteligencia artificial no estaban en boca del gran público.

Llegó Apple en 2007, y poco después Google con Android. Microsoft tuvo que reaccionar. Windows Phone 7 llegó en 2010, y aunque era un sistema genial ya era demasiado tarde para seguir en la cresta de la ola. Microsoft luchó, incluso comprando la legendaria Nokia. Ni siquiera la promesa de la convergencia de Windows 10 fue suficiente. El pasado mes de octubre de 2017 decidieron dar carpetazo a este sistema que no terminó de cuajar.

Afortunadamente para Microsoft, tener presencia en el mundo de los sistemas operativos no era una de las prioridades en la Microsoft de Satya Nadella, directivo que tenía muy claro hacia donde debía pivotar la compañía. Los servicios y la nube están dando muy buenos resultados, y cada vez serán más importantes en las cuentas de la compañía.

Fracaso significa oportunidad, y la ausencia de Windows Phone no ha hecho que Microsoft pierda presencia en el mercado móvil. De hecho, la calidad de sus aplicaciones móviles lo deja fuera de toda duda. ¿Pero y si quisiesen hacer algo más que aplicaciones?

Surface Phone en 2018: ¿Por qué ahora tiene sentido?

OneNote en Android vs OneNote en Windows.

Algo en Microsoft está cambiando, y es que parece que ciertas restricciones que tenían en el pasado. Cuando Windows Mobile intentaba tener presencia en el mercado no tenían margen de maniobra para moverse. La propia historia de la empresa les obligaba a seguir parados, sin poder hacer ciertos movimientos.

En los últimos meses han ocurrido tres eventos que parecía que nunca sucederían (quizás el primero de ellos sí) que nos dejan claro que Microsoft no es Windows, que tienen mucho más que ofrecer. Estos hechos han sido:

  1. Ya no tienen un Windows Phone al que lapidar con esta decisión.
  2. Ni siquiera Windows es una prioridad en la compañía. Ya no tiene una división propia.
  3. De hecho, ya han apostado por crear su propia distribución Linux para cierto tipo de dispositivos.
  4. Más aún, incluso tenemos Linux dentro del propio Windows 10.

¿Qué sentido de existencia tendría? El kit empresarial completo

Llevamos meses hablando sobre la saturación del mercado. Poco a poco hemos visto como las ventas se desaceleran. Y más tarde o más temprano esas ventas acabarán cayendo, haciendo que muchas marcas deban abandonar el mercado de los dispositivos móviles.

Ojo, que cada vez se vayan a vender menos móviles y que haya fabricantes que no puedan continuar en este negocio no significa que no tenga ningún sentido entrar en el mercado. Al final, el sector empresarial es un nicho de mercado en el que Microsoft tiene buena presencia, y en el que puede conseguir vender.

Ojo, no hablamos de ventas para ser la nueva Apple, sino un volumen notablemente inferior, pero que se acabe notando en la cuenta de resultados de la marca, siendo un dispositivo de hardware creado a medida de todos los socios que ya utilizan los servicios de Microsoft.

El movimiento sería similar a las Surface. No es un portátil que venda cifras astronómicas. Pero tiene un público lo suficientemente elevado como para que sea una división rentable.

Actualizaciones de seguridad y un medio de apoyo para tus servicios empresariales.

¿Qué recursos tiene Microsoft para conseguirlo?

La cuestión es. ¿Puede Microsoft comenzar desde cero a crear un smartphone Android? Pues aunque no lo parezca, ya tienen un gran recorrido que les facilitaría mucho trabajo para diferenciarse de la competencia.

Capa de personalización

Ya hemos mencionado antes el poderío de Microsoft en Android. Está claro que detrás del perfil de desarrollador de Google Play se encuentra una de las compañías de software más icónicas del mundo.

La cantidad y calidad de aplicaciones es un arma que Microsoft puede utilizar para crear su propia capa de personalización en Android. Tomando una base de Android Puro, tiene aplicaciones de sobra para dar a cualquier usuario una experiencia de uso completa de Microsof. Estos son algunos ejemplos, pero en su perfil te aburrirás de ver aplicaciones.

Socios de hardware

Tampoco es que Microsoft tenga que comenzar a crear móviles de cero. Del mismo modo que Google ha confiado en HTC o LG para fabricar sus móviles, Microsoft podría confiar en una compañía que estaría encantada de colaborar.

Xiaomi ya tiene buena relación con Microsoft en el pasado. El Xiaomi Mi 4 fue uno de los móviles en los que Microsoft enseñó Windows 10, además de la versión especial de la Xiaomi Mi Pad 2 con Windows 10. Por otro lado, Xiaomi ha dado un paso de gigante siendo el fabricante de las Oculus Go.

Modo PC, con la interfaz de Windows

El modo PC es algo que fabricantes como Huawei o Samsung han promocionado en sus dispositivos estrella, pero es que Microsoft puede ir mucho más allá en este aspecto. No creemos que el propio móvil vaya a tener Android en modo móvil y Windows 10 en modo ordenador, pero si que podría tener exactamente la misma interfaz que Windows al activar este modo.

Es cierto que Microsoft no quiere ser conocida por ser la empresa de Windows. Pero al final es un añadido que hace que este modo sea más amigable de utilizar. Por otro lado, este supuesto Android de Microsoft podría tener una integración perfecta con Windows 10.

Desafortunadamente no lo veremos, pero tampoco nos sorprendería

A día de hoy no existe ningún rumor o fuente fiable que pueda confirmar que Microsoft esté trabajando en un móvil con Android. Al final, especular sobre este tipo de movimientos es complicado, y que encontremos varias piezas de un puzzle que parecen encajar no siempre significa que se vayan a cumplir.

Lo que si que tenemos claro es que si Microsoft llegase a apostar por Android, nunca sería con el objetivo de conseguir grandes beneficios (aunque tampoco para jugar a pérdidas), sino más bien como una línea más creada para reforzar su nueva imagen de marca, además de ser una vía más para extender sus servicios.

Hay tantos motivos para creer como para desconfiar.