¡Buenos días!

Han estado a punto de ganar estos poemas:

MJVIZ

Aproximándome a la estrella. // Reafirmado su influjo, // soy una gota más en el diluvio.

Me gusta de este poema su concisión simbólica, ese crecimiento en marcha de la emoción desde ese acercamiento inicial. La proyección se amplía en ese “influjo” que abre paso a la imagen final, de una delicadeza que se amplía para nombrar el mundo.

PilarAlejos

Afloran sus cenizas del abismo / en un silencio de coral / bajo un cielo en llamas.

El pulso metafórico de este poema, que hace virtud de la economía verbal, se marca desde la primera imagen, antes de hablar de ese sorprendente “silencio de coral” que después da paso a una imagen total, también concisa, pero poderosa. Buenas imágenes.

árbol

Abro mi vientre para verter al mar mis entrañas / y alimentar afilados pececillos. / De mis negras costuras surgirán los puentes del mañana.

Todas las imágenes de este poema están marcadas por una singular originalidad, desde un sentido de lo corporal que se abre a elementos simbólicos -especialmente en el comienzo- para dar luego cabida a reflexiones más existenciales, en el gran verso final.

Pero el ganador es

Chiara

En tus ojos naufragó septiembre / con su espesa sangre de uva milenaria / como un raudal de tercas profecías.

Solamente el primer verso ya es una elegía en movimiento, esa mirada que nos habla de un acabamiento, de un hundimiento que se recuerda con una profunda sensación de pérdida. Pero lejos de detenerse ahí su tensión lírica, después se va intensificando a través de imágenes potentes –“sangre de uva milenaria”- antes del cierre comunicativo.



Tema de la semana: “El reparto”. Lo necesitamos para convivir, porque viene a significar una alternativa al egoísmo. No es exactamente generosidad, sino la posibilidad de darle a cada uno lo suyo, de poder extender lo que tenemos sobre un manto de necesidad. Escribamos de esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres: el reparto de días, el reparto de horas, entre afectos diversos, entre padres divorciados con hijos en común, o en una pareja que divide sus horas en afanes diversos. En cualquier relación, entre amigos también. O entre la vocación y los trabajos para mantenerla y vivir. El reparto, la luz: esa disposición hacia el encuentro entre tiempo y tejidos.