¡Buenos días!

Han estado muy cerca de ganar estos poemas:

PabloCavero

En la quietud del recreo afónico // los pupitres añoran // la algarabía primaveral de los quinceañeros.

Poema que destaca por la potencia visual de sus imágenes y por sus hallazgos verbales, entre los que brilla -o suena especialmente- ese “recreo afónico”. Además, la añoranza se trenza con razones creativas en el segundo verso, antes del suave final elegíaco.

arbol

Temblando / con el hondo latido del saber / salí hacia la intemperie.

Aquí el minimalismo alcanza su máxima tensión e intensidad, tanto en ese comienzo, que ya nos sitúa en un estado de ánimo -y en una situación: “Temblando”-, como en la solución final, esa “intemperie” que da paisaje y ánimo, porque también es la vida.

Ayalgamar

En el ámbar de los veranos / quedarán para siempre las criaturas de futuro que fuimos, / peces prisioneros del mar nadando dentro de un aula.


Todas las imágenes de este poema son buenas, comenzando por ese sugerente “ámbar de los veranos”. Sin embargo, creo que su potencia mayor radica en el segundo verso. El futuro que no se ha cumplido, pero que recordamos. Nostalgia ancha del recuerdo.

Pero el ganador es

ANA

Despeinadas por el abandono / proyectan grotescas sombras / sobre las empedradas costillas del patio.

Poema que se crece en su propia extrañeza, a través de imágenes singulares y hondas, netamente plásticas, que se acercan y alejan mientras “proyectan grotescas sombras”. En la imagen final, esas potentes y “empedradas costillas del patio”, aparece el colegio como un animal abierto, con soledad sonora. Enigmática y elegíaca visión de un vacío.


Tema de la semana que viene: “Verano rojo”. Amenaza con aparecer, con su quema de cuerpos, mientras de vez en cuando vuelve una ligereza de vivir, esa brisa fresca en las mañanas. Sin embargo, el verano rojo avanza: la desertización, ese calor de fuego en la garganta con el aire de plomo. Escribamos sobre esto, en 3 versos y no más de 140 caracteres; pero no solamente desde el punto de vista objetivo -o climatológico-, sino con la escritura puesta en las metáforas que encierra. Escribamos sobre la aridez desesperada, también, si nos quema el ánimo, cuando nos hace arder de otra manera.