Zhang Yimou regresa a las pantallas con Cliff Walkers, su primer acercamiento al thriller de espías. Máximo exponente de la Quinta Generación de cineastas chinos, ganador del Oso de Oro -Sorgo rojo (1987)- y del León de Oro en dos ocasiones -Qiu Ju, una mujer china (1992) y Ni uno menos (1999)-, autor de hiper estilizados filmes de acción del género wuxia como Hero (2002) o La casa de las dagas voladoras (2004), ahora afronta la ocupación japonesa de la zona de Manchuria en los años 30.

Allí llegan cuatro agentes especiales del Partido Comunista entrenados en la URSS que tratan de conseguir información sobre las atrocidades que cometen los invasores en un campo de concentración.

El filme, que ha roto todos los récords de taquilla en China, presenta un aroma clásico que recuerda a Hitchcock sin renunciar a la poética del color -aquí el blanco de la nieve- y a las escenas de acción marca de la casa. Hablamos con el director sobre la dificultad del rodaje, sobre sus influencias y sobre la situación de la industria del cine en China.

Tráiler de 'Cliff Walkers'

Pregunta. ¿Por qué quiso contar esta historia ambientada en la China invadida por Japón en 1931 y, además, dedicársela a todos los héroes de la revolución?

Respuesta. Me encontré el guion de Yongxian Quan por casualidad y en aquel momento simplemente no tenía un material ideal a mano, por lo que decidí grabar esta historia. Soy un director de cine profesional y normalmente siempre quiero leer buenos guiones, pero las opciones son limitadas. Muchas veces la elección es fruto del azar y no tiene nada que ver con que tenga mayor afinidad por un tema. Este es un periodo de la historia y revisarlo nos ayudará a evitar que se repita en el futuro. Desearía que en adelante, los pueblos de China y Japón tengan una amistad que dure generaciones.

P. ¿Cree que es importante el cine para hacer memoria histórica?

R. En realidad, la mayoría de las películas históricas hablan de acontecimientos poco conocidos. No obstante, si fueran inventadas o relataran hechos que no forman parte de la historia real, no supondría un impedimento para que los espectadores las disfrutaran. Con que estén bien hechas ya es suficiente. La contribución que hace el cine para recordar la historia es muy importante. Todos hemos crecido viendo películas históricas que, además, recordamos de adultos. Es una experiencia que todos tenemos en común.

[Zhang Yimou se pasa al 'thriller' de espías en 'Cliff Walkers']

P. Siempre se dice que una película histórica debe hablar del presente, ¿qué cree que dice su filme sobre el momento actual?

R. Las películas históricas tienen una sutil influencia sobre la forma en que las personas interpretan el momento actual. Estas experimentan distintas sensaciones, tipos de belleza y de estado de ánimo, o se plantean otras ideas cuando ven una historia sobre el pasado. Cada persona vivirá un sinfín de experiencias. He grabado muchas películas históricas, todas con sus particularidades, y me resulta difícil sintetizar lo que pueden decir del momento actual.

[James Gray: "Seguimos en el desastre neoliberal que empezó en los años 80"]

P. Desde Hitchcock a Spielberg, un gran número de reputados cineastas han abordado el thriller de espías. ¿Tiene alguna película favorita al respecto?

R. Me gusta mucho El puente de los espías de Spielberg. A este respecto, creo que a los espectadores masculinos les gustan más las películas de espionaje, de la época que sean: los cambios de identidad, tener que soportar penurias en silencio, los sobresaltos a cada paso, darles la vuelta a las situaciones de suspense, etc. Estas tramas y recursos argumentales atrapan al espectador de principio a fin, por eso cada año salen tantas películas del género. En verdad, semejante espíritu de convicción y lucha altruista es admirable en cualquier época.

P. Hace dos años el director nipón Kiyoshi Kurosawa filmó La mujer del espía, donde denunciaba las atrocidades del ejército imperial japonés en Manchuria, el mismo tema que aborda Cliff Walkers. ¿Qué le parece?



R. La mujer del espía esta grabada en un estilo muy sutil, discreto y contenido, muy distinto al de las películas de espionaje a gran escala. Parece más bien una película literaria. En cierto grado, El puente de los espías de Spielberg tiene este mismo estilo. Soy consciente de que hace falta mucho valor para grabar este tipo de películas.

Un momento de 'Cliff Walkers'

P. ¿Cuál era su idea para el estilo visual de la película?

R. El entorno visual de esta película se centra en la crueldad y frialdad de los copos de nieve y del viento gélido entre los cuales tienen lugar duras pruebas para la humanidad. Me gusta mucho el efecto de la nieve que no para de caer. Todo director sabe que, cuando la historia se desarrolla en condiciones meteorológicas especiales, ya sea bajo la nieve, la lluvia o la niebla, cada escena resultará instintivamente más poética y dotará a la historia de más matices.

P. Imagino que el rodaje fue complicado con tantas escenas de acción bajo la nieve. ¿Dónde se rodó y cómo lo recuerda?

R. Es más complicado conseguir que no cese de nevar que conseguir que llueva. En primer lugar tuvimos que buscar una buena máquina de nieve artificial y el material adecuado para nuestra nieve. Tenía que ser un material biodegradable, que no contaminase una vez cayera sobre el terreno, además de fácil de limpiar y reciclar, ya que no podemos estropear el entorno natural. También necesitábamos que los copos de nieve cooperasen con nuestras múltiples cámaras, algo extremadamente difícil. A menudo grabábamos con unas 5 u 8 cámaras al mismo tiempo en muchos planos distintos. Así que, ¿cómo conseguimos que la nieve cayera de forma proporcionada? Pues básicamente, estrujándonos el cerebro cada minuto y cada segundo.

[Pilar Palomero: "Lo primordial para mí es reforzar la educación sexual"]

P. ¿Cuál era el mayor reto que planteaba la película?

R. El mayor reto lo han presentado el argumento y los giros de la trama para conseguir que los espectadores se sientan atrapados por el suspense y que los giros resulten inesperados. En la era de las redes sociales ya no existen secretos en la trama de una historia. Los espectadores son muy listos. Si el suspense o los giros tienen el mínimo fallo, la gente no tiene paciencia, se burlan de ti. Por tanto, con este tipo de argumento tienes que competir contra la inteligencia del espectador y poner el máximo cuidado.

P. Utiliza los colores –el blanco, rojo y negro- de manera simbólica, el frío, la sangre, la oscuridad, ¿esos contrastes permiten transmitir mejor las emociones?

R. Pongo mucha atención en los colores de las películas. Cada vez que grabo una, mi intención es que el color transmita una connotación, un reclamo o un tipo de simbolismo en concreto. Creo que, si comparamos las películas de la gran pantalla con las series de internet, este aspecto resulta más notable en las primeras.

P. Da la impresión de que siempre está rodando, de que prácticamente cada año estrena una nueva película. ¿De dónde saca la energía para mantenerse tan activo?

R. De la pasión, ¡la pasión por el cine! Cuando algo te gusta, tienes energía infinita, no te importan ni los problemas ni el cansancio.

于和偉 (2)

R. Todos los directores quieren hacer películas entretenidas, nadie quiere hacer algo aburrido. Pero 'querer' grabar una película entretenida y 'lograr' que la película sea entretenida son dos cosas distintas.



P. ¿Qué opina del momento que atraviesa la industria cinematográfica china en estos momentos?

R. Desde hace tres años, con el inicio de la pandemia, la industria cinematográfica china atraviesa un periodo difícil. Espero que mejore con el tiempo.



P. ¿Cómo ve el futuro de las salas de cine?



R. Como director, claro que me gustaría que las salas de cine tengan asegurado un bello futuro, pero sé que las redes sociales y los medios de comunicación han dado un gran golpe a las salas y no cesan de robarles espectadores. No tengo forma de conocer el futuro, pero aunque no creo que las salas de cine desaparezcan, sí me temo que tendrán que cambiar de forma para sobrevivir, ¿no cree? Quizás suceda como con muchas artes tradicionales y se conviertan en algo que conservar en los museos.