Según la Encuesta de hábitos y prácticas culturales, que publica anualmente el Ministerio de Cultura y Deporte, ir al cine es la principal actividad de ocio cultural fuera del hogar. En el año 2019, 105,5 millones de espectadores visitaron alguno de los 723 locales de España (en total, 3.593 pantallas). Por tanto, es difícil soñar con conquistar cierta normalidad post-COVID si no podemos disfrutar de la pantalla grande. La fecha clave para el retorno a la oscuridad de la sala es el 26 de junio, cuando volverán los estrenos -en esta fecha aparecen títulos como la hollywodense Personal Assistant (Nisha Ganatra), la brasileña Divino Amor (Gabriel Mascaro), la española La cinta de Álex (Irene Zoe Alameda) o las islandesas Oro Blanco (Grímur Hákonarson) y Un blanco, blanco día (Hlynur Palmason)-, aunque ya algunas cadenas como Cinesa han adelantado la reapertura tirando de reposiciones de éxitos pasados, como Los cazafantasmas, Los Goonies o Matrix, y de filmes estrenados este mismo año a los que la cuarentena frustró su recorrido comercial (Bad Boys for Life, Bloodshot). 

“Son muy pocas las salas que ya han abierto, obligadas en gran medida por la simetría de la vuelta a la normalidad o por presiones de tipo comerciales, por lo que podríamos decir que la exhibición sigue en hibernación”, explica Juan Ramón Gómez Fabra, presidente de FECE, la Federación de Entidades de Empresarios de Cine de España, asociación que representa a más del 80 % de las salas de nuestro país. “Eso sí, casi todo el mundo estará abierto el 26 de junio y ahí ya podremos empezar a evaluar cómo de grande es el reto de recuperar a nuestros clientes”. 

El principal hándicap para la reapertura, mientras exista el riesgo de contagio de coronavirus, consiste en reunir a cientos de personas en un espacio cerrado como la sala de cine. Por eso, FECE ha desarrollado un completo protocolo para tratar de asegurar en la medida de lo posible la seguridad de los espectadores. Entre las disposiciones adoptadas más importantes se encuentra el fomento de la venta de entradas por internet, la instalación de dispensadores de gel hidroalcohólico en varios puntos, la instalación de mamparas en las taquillas, la eliminación del corte físico de las entradas o la incrementación de la frecuencia de limpieza y desinfección. 

“Hemos contribuido ha realizar un protocolo sanitario que ha pasado todas las bendiciones de los ministerios de Sanidad y Cultura, que lo han alabado”, explica Gómez Fabra. “Hay empresarios que quieren implementarlo más y adoptarán medidas complementarias, pero yo creo que es un trabajo intachable de la federación. En cualquier caso, no hay que olvidar que cada espectador tiene una responsabilidad individual de cumplir con las medidas de distanciamiento y el uso de mascarillas, pero en general confiamos en que el cine va a volver a ser un espacio de ocio seguro y sanitariamente limpio”. 

Además, la exhibición confía que en unos meses pueden disponer de todo el aforo en sus salas. “El 30 % del aforo está ya olvidado, el 50 % solo se aplica marginalmente y en Galicia y Valencia ya se habla de más del 70 %”, asegura el presidente de FECE. “Dentro de unos meses estoy convencido de que dispondremos del 100 % del aforo. Hay que tener en cuenta que un cine el espectador tiene una fijación individual, están todos alineados en una misma dirección y no hay comunicación entre personas más allá de las risas y los llantos pertinentes. No es fácil que se produzca una interrelación como en otros sectores, por lo que entendemos que es un espacio seguro de ocio”.

Yo voy al cine

Para seducir de nuevo al espectador y atraerlo a las salas, FECE y FEDICE, la principal asociación de distribuidores de España, se ha unido para poner en marcha la campaña #YoVoyAlCine, cuyo principal reclamo es una pieza audiovisual que pretende despertar todas esas emociones que nos hace vivir la gran pantalla. “Un estudio de Simon Kucher & Partners de hace unos días aseguraba que un 90 % de los espectadores quiere volver al cine en las próximas semanas”, comenta Estela Artacho, presidenta de FEDICINE. “La campaña, en este sentido, pretende que el público se entere de que ya estamos de vuelta, que recupere la confianza en la sala y que sepa que puede volver a disfrutar de la magia de la gran pantalla”.

Vuelve la magia del cine #YOVOYALCINE

En cualquier caso, son las películas las que pueden convencer al espectador para que compre una entrada, con especial atención a dos propuestas que llegarán a finales de julio: Mulán (día 24), la nueva versión en acción real del clásico animado de Disney dirigida por Niki Caro, y Tenet (31), la nueva superproducción de Christopher Nolan. “Este tipo de estrenos que llamamos eventos son los que arrastran más público, pero todas las películas son importantes y todas tienen su espectador. Los cines necesitan todo tipo de propuestas”, comenta Artacho. Otras películas en la que deposita el sector mucha confianza son Pinocho, de Matteo Garrone, y La verdadera historia de la banda Kelly, de Justin Kurzel, el 3 de julio; ¿Dónde estás, Bernardette?, de Richard Linklater, el 10 de julio; La caza, de Craig Zobel, el 31 de julio, o Padre no hay más que uno 2: La llegada de la suegra, de Santiago Segura, el 7 de agosto. 

Pese a haber estado completamente cerrados casi 100 días, el sector de la exhibición ha logrado sobrevivir al confinamiento sin que nadie se quede por el camino. “Como lobby, hemos defendido los intereses colectivos de todo el sector a nivel laboral, de liquidez y financiero”, opina Gómez Fabra. “Y estamos satisfechos con la norma que ha aprobado el decreto ley del gobierno en el parlamento y con la sensibilidad que han demostrado las instituciones, en especial el ICAA. Pero aproximadamente hemos perdido 40 millones de euros en gastos fijos y hemos recibido ayudas por unos 15 millones, por lo que el golpe para el sector ha sido importante”.

Buena respuesta

“Ha sido un drama para el mundo del cine, pero no somos el único sector”, continúa Artacho. “Era difícil atender a todo el mundo, pero ha habido una buena respuesta del gobierno. Ahora tenemos que intentar poner todos nuestro granito de arena y, en este sentido, desde Fedicine, con el apoyo de otras asociaciones, pensamos que se podría aplicar una rebaja temporal del IVA de las entradas para animar la taquilla y que también habría que desarrollar una campaña de mayor envergadura para promocionar la vuelta a las salas”.

En cualquier caso, tanto Gómez Fabra como Artacho confían en recuperar el terreno perdido frente a las plataformas en el menor tiempo posible. “Obviamente, se han popularizado durante estos meses”, opina Gómez Fabra. “Pero todo lo que abunda, al final se relativiza. La inabarcable oferta de las plataformas se diluye frente a lo fundamental, que es que no hay mejor forma de disfrutar de una película que en compañía y con la comodidad y la gran visualización que ofrece una sala de cine. Eso no nos lo pueden quitar porque está en la memoria y en la retina de todos los clientes”.

Hasta marzo estábamos creciendo un 7 % en cuanto a espectadores respecto al año anterior, en el que ya habíamos crecido un 8 %”, comenta Artacho. “Llevábamos por tanto una buena racha antes de que la truncara el COVID, así que confiamos en que las cosas vuelvan rápido a funcionar”.

@JavierYusteTosi