Fernando Ojeda, CEO de Eurona

Fernando Ojeda, CEO de Eurona

Empresas TELECOMUNICACIONES

Así entregó Eurona sus activos más valiosos para no desaparecer

9 octubre, 2018 01:04

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La pequeña compañía de telecomunicaciones Eurona, cotizada en el Mercado Alternativo Bursátil (MAB) estuvo a punto de desaparecer durante el pasado mes de julio, ahogada por las deudas. Sólo le quedaba la vía de la reestructuración y una solución drástica: entregar a una nueva sociedad, de la que Eurona pasará a ser minoritaria, los activos más valiosos del grupo.

Eurona está pendiente ahora de una decisión crucial para su futuro, la homologación del acuerdo de espera con los acreedores por la vía judicial. No esperan problemas y debería producirse en los próximos días. De no ser así, las cosa cambiaría drásticamente para una sociedad que se quedaría sin alternativas.

El problema de base tiene que ver con las compras de Quantis y Grupo Hablaya, que supusieron ahogar a la compañía con deudas que no podían taparse con un flujo de caja operativo que fue negativo durante dos años consecutivos. “El calendario de deuda que debía afrontar Eurona en los próximos años no estaba alineado con la generación de caja del grupo”, admitía la compañía en la presentación de su plan estratégico.

Dicho plan suponía, básicamente, sacar todos los activos valiosos para Eurona de la sociedad endeudada, crear una nueva empresa en la que los nuevos accionistas no teman invertir y mantener la vieja sociedad como minoritario. Un 60% para el dinero nuevo y un 40% para Eurona, que además mantiene el negocio de voz que, pese a ser importante para la facturación, no se considera de futuro y es residual.

Los directivos del grupo, con Fernando Ojeda a la cabeza, creen que los negocios de satélite y wifi son las principales palancas de crecimiento, con muchas oportunidades para llevar Internet a África y a los barcos. Consideran viable que el grupo pase de un Ebitda de 3,8 millones en 2017 a 20 millones en 2022, pero para eso necesitaban 30 millones adicionales y seguir teniendo acceso a financiación.

Para conseguir dar la vuelta a la sociedad, la matriz no sólo acordó la venta de la licencia de 5G a MásMóvil, sino que también ha negociado un acuerdo de espera vinculante con algunos de los accionistas y principales acreedores que cuenta con el 70% de adhesiones pero que requiere que un juez firme una homologación que obligue a los minoritarios a aceptar las condiciones suscritas por el resto.

El acuerdo tiene una condición importante: no se plantean quitas, simplemente se pide tiempo. Y aunque Eurona queda como minoritaria en la nueva sociedad creada ad hoc, bajo la denominación genérica de ‘Spanish NewCo’, los nuevos accionistas tienen un tope de rentabilidad. Cuanto más gane la nueva sociedad, más revertirá en los accionistas tradicionales en caso de una futura venta siguiendo un modelo progresivo que podría dar a los accionistas tradicionales de Eurona hasta un 83%.

Una vez que se apruebe la homologación del acuerdo de reestructuración, Eurona recibirá 30 millones de euros en concepto de préstamo y hasta 20 millones como crédito participativo por parte de los nuevos accionistas.

Flecos pendientes

La compañía, además, cerró a finales de agosto el ERE, que supuso 52 despidos, el cierre de los centros de Oviedo y Alicante y un coste de 1,3 millones en concepto de indemnizaciones y un ahorro anual de 2,8 millones en costes laborales.

Asimismo, el 29 de septiembre la compañía aceptó  la renuncia voluntaria como consejero del fundador de Eurona, Jaume Sanpera, que se pasó tres días antes de su salida vendiendo acciones por algo más de 690.000 euros.

Por otro lado, el asesor registrado de la compañía, eStratelis Advisors, comunicó la resolución de su contrato con la compañía. Pasó a ser asesor registrado Mercados y Gestión de Valores A.V.