El tenis, como la vida misma, se prepara para volver a la normalidad tal y como se conocía antes. Esa meta queda todavía lejana, pero poco a poco se van dando pasos que dejan un poquito más cerca todo lo que tanto se echa de menos. La ATP ha querido ponerse las pilas cuanto antes para iniciar su propia desescalada. 

La realidad es que ya hay un plan para ello que se pondrá en práctica y a prueba en las próximas semanas. Se eliminan buena parte de las restricciones y se da mayor libertad a los jugadores para que no solo dediquen su vida a entrenar y a jugar, viviendo en la más absoluta clausura. Sin embargo, la ATP matiza que las nuevas normas estarán supeditadas a las restricciones individuales que tenga cada país en cada momento. 

De esta forma, los tenistas serán unos ciudadanos del mundo más sin privilegios por encima de la sociedad. En cualquier caso, estas buenas noticias han sido muy bien recibidas por parte del circuito, ya permite ir dando pasos hacia delante en la lucha por terminar esta época de pandemia tan nefasta y que tanto daño ha hecho al mundo y, en particular, al tenis. 

Novak Djokovic, durante el Masters 1000 de Montecarlo REUTERS

Estas restricciones ya fueron relajadas en los torneos de Montecarlo y Barcelona, ya que algunos tuvieron la oportunidad de alejarse en domicilios privados y se disponía una hora con cierta libertad para moverse o pasear y liberar la mente del tenis y de las 'burbujas'. Sin embargo, la situación en Madrid ha provocado que durante el Mutua Madrid Open se vuelva a una situación más cercana a lo que se ha vivido en este último año. 

Las nuevas normas que la ATP ha ideado están previstas que entren en vigor a la conclusión del Master 1000 de Roma, con la gira de tierra batida agonizando y con la hierba asomando en el horizonte. El objetivo es que los jugadores puedan experimentar su vuelta a la normalidad y estudiar la viabilidad de esa nueva situación. 

El 'nuevo tenis'

Algunas de las medidas que entran en vigor son la libertad de movimientos para ir a cenar, hacer ejercicio o ir de compras sin atender más allá que a las restricciones que tenga cualquier ciudadano o persona presente en la ciudad que corresponda. Además, tendrán también libertad para escoger sus alojamientos y no tendrán que vivir en 'burbujas', permitiendo la entrada de personas ajenas a su equipo. Eso sí, no podrán acudir a eventos masivos como conciertos o fiestas ni a bares o discotecas.

Carlos Moyá, entrenador de Rafa Nadal, en la final de Roland Garros 2020 Reuters

Además, también cambian los sistemas de control de la Covid-19 para la detección de posibles positivos. Los test PCR que pasan cada cuatro días se completarán con test de antígenos cada dos para que el control sea más exhaustivo. Además, existe una modificación más que tiene que ver con los jugadores vacunados. Quienes hayan recibido ya el antídoto, dispondrán de un periodo sin controles, el cual terminará a los seis meses en previsión de que la pandemia seguirá presente pasado ese tiempo. Se considerarán como jugadores vacunados aquellos que hayan cumplido un periodo de 14 días después de haber concluido sus dosis.

Por último, la ATP recuerda que estas nuevas normas, que dan mayor libertad a los jugadores y que seguramente mejorará su estado de ánimos y les volverá a animar a competir como lo hacían antes, están sujetas a las situaciones que se encuentren en cada uno de los países a los que viajen. Si las incidencias de casos son altas o si se encuentran con restricciones estatales, como pueda ser el caso de Roland Garros o de Wimbledon en estos momentos, perderán sus libertades y tendrán que cumplir con los protocolos que se exijan.

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