Pablo Carreño asumió la responsabilidad sin pestañear. El martes, después de que Rafael Nadal tomase la decisión de no jugar la eliminatoria de la ATP Cup entre España y Australia como consecuencia de las molestias en la espalda que arrastra desde hace días, el gijonés saltó a la Rod Laver Arena y barrió 6-2, 6-4 a John Millman para darle el primer punto a la selección (1-0), que luego Roberto Bautista aprovechó para ganar la eliminatoria (4-6, 6-4, 6-4 a Álex de Miñaur). [Narración y estadísticas]

“Obviamente, era muy importante para nosotros ganar el primer partido”, dijo Carreño después de la victoria. Cuando me desperté no sabía si tendría que jugar o no. Finalmente, Rafa no pudo hacerlo, así que estoy aquí para intentar ayudar a mi equipo”, prosiguió el número 16 mundial. “El primer partido de la temporada siempre es complicado, pero creo que jugué realmente bien, sintiéndome muy cómodo en la pista. Estoy muy feliz por la victoria”.

“Probablemente trataría de echarle algo a Pablo en la bebida, un laxante o algo así”, bromeó el australiano cuando le preguntaron qué cambiaría del encuentro ante Carreño si pudiese volver atrás. “Jugó muy bien hoy. Probablemente, he necesitado una posición mejor en la pista, gestionar de otra forma un par de puntos importantes”, prosiguió Millman. “Quizás eso no sea extraño debido al hecho de que es mi primer partido después de varios meses”.

Carreño encaró el encuentro con valentía, y esa determinación le impulsó hasta la victoria. Millman, como siempre, intentó explotar la jugada que tanto éxito le ha dado durante toda su saque: un buen saque para lanzarse a muerte a por el punto en los dos o tres golpes siguientes. Avisado de lo que ocurriría, el español aguantó esas embestidas posteriores al servicio del australiano con imponente solidez y neutralizó los peloteos para desarrollar su juego a toda velocidad.

Ayudado desde el banquillo por Nadal (“ya tienes el primer break, ahora sigue valiente”, “tírale bolas muertas al revés, que ahí le cuesta”, “sabía que te tenía que dejar el sitio a ti”), Carreño creció según avanzó el encuentro y ofreció una versión fantástica en su primer partido en casi tres meses.

“Creo que he jugado con mucho ritmo y con confianza”, reconoció Carreño. “Representar a nuestro país es muy importante para nosotros. Es una sensación diferente cuando jugamos como equipo, es muy especial”, continuó. “Estoy feliz por la victoria. Es muy importante para nosotros comenzar con este punto”.

El triunfo de Carreño vino a confirmar algo evidente: España tiene equipo suficiente para hacer mucho daño, aunque no esté Nadal.